El presidente Enrique Peña Nieto fue dado de alta ayer al mediodía tras una operación que le fue practicada el viernes para quitarle la vesícula biliar, y pocas horas después reinició sus actividades, con reuniones privadas.

"Me siento muy bien, tanto física como anímicamente, con las molestias postoperatorias naturales de toda intervención quirúrgica", dijo al salir del nosocomio.

El mandatario fue intervenido quirúrgicamente el viernes pasado; ayer, de buen humor y semblante, salió por su propio pie por la rampa del Hospital Central Militar, vestido de traje azul marino y camisa igual, pero de tono claro, sin corbata.

En breve rueda de prensa, acompañado del vocero de la Presidencia, Eduardo Sánchez, el mandatario informó que está sano y no tiene ningún otro problema de salud.

"Ningún otro, nada más esto -la vesícula biliar que le fue extirpada- que fue, sí, intempestivo, inesperado, pero bien atendido", relató.

Anunció que su agenda seguirá sin ninguna alteración en la semana, por lo que hoy en el Campo Marte encabezará la ceremonia de bienvenida a los reyes de España Felipe VI y Letizia, quienes por primera vez realizan visita oficial a México.

Estoy listo para estar con los reyes de España "y para mantener la actividad programada para toda esta semana", indicó.

"Estaremos los tres días en algunos eventos que están programados con los reyes. Estaremos asistiendo a la Reunión de la Alianza del Pacífico, y en la actividad regular, evidentemente observando las recomendaciones médicas que me han sido señaladas", adelantó Peña Nieto.

El mandatario fue cuestionado sobre estos cuidados postoperatorios y ofreció detalles de las limitaciones en el ejercicio y en el consumo de las grasas. "Pocas grasas, bajarle un poquito a las grasas y nada más", expuso.

"Tomará todavía algunas tres, cuatro semanas, aproximadamente, ya para poder regresar a la actividad de ejercicio más intenso, que es el que por ahora me han limitado un poco, pero no así el tener actividad de caminar, etcétera, que lo seguiré haciendo de manera normal", añadió el mandatario al salir del hospital.

Habré -agregó Peña Nieto- de observar las recomendaciones médicas "evitar hacer ejercicio por algunos días, alzar cosas, etcétera; pero por lo demás, con la prescripción médica también de poder mantener mis actividades de forma regular, guardando estas observaciones.

"Como ustedes ven, me encuentro anímicamente muy bien". Y ante la insistencia sobre los cuidados médicos, cuestionó a los reporteros "¿a alguno de ustedes le han quitado la vesícula? Supongo que a más de uno, no me digan que no. "¿Sí?, entonces ya saben. Ustedes ya podrán compartir y podrán dar testimonio de lo que es una cirugía y lo que es la recuperación postoperatoria", dijo.

Reuniones en Los Pinos. Ayer mismo, dos horas después de dejar el centro hospitalario, acompañado de su esposa Angélica Rivera, el Presidente reanudó reuniones de trabajo en la residencia oficial de Los Pinos.

"Me siento muy bien y en unos momentos más tendré reuniones de trabajo interno", informó ayer mismo en su cuenta de Twitter.

"Agradezco nuevamente al personal del Hospital Central Militar y a quienes me enviaron deseos de pronta recuperación", escribió.

A su salida del Hospital Central Militar, Peña Nieto expresó especial agradecimiento al Hospital Militar y a su personal médico y enfermeras "que me han dado una atención cálida, invariable, cuando he estado aquí. Y ésta no ha sido excepción".

"La verdad es que he tenido un trato muy amable, muy profesional, muy esmerado, muy dedicado, atingente y, sobre todo, el trato tanto médico como del personal de enfermería, de gran calidez", expresó.

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