El pleno del Senado aprobó en lo general y en lo particular la Reforma Política del Distrito Federal, con lo cual la Ciudad de México contará con un nuevo estatus jurídico como entidad federativa, un Congreso local y las delegaciones se transformarán en alcaldías.
La reforma constitucional, que estaba pendiente desde diciembre pasado, fue enviada a la Cámara de Diputados para su discusión y eventual ratificación.
Tras casi 10 horas de discusión, los senadores agotaron las reservas presentadas por los legisladores, las cuales no fueron aceptadas.
La aprobación de los cambios constitucionales ocurrió en medio de severas críticas de senadores de todos los partidos quienes advirtieron que la reforma "era una simulación", pues la Ciudad de México no tendrá las mismas obligaciones y atribuciones que otras entidades.
Además, legisladores del PAN y PRD reprocharon que el gran ausente de la reforma fuera la ciudadanía, por privilegiar en la fórmula para integrar la Asamblea Constituyente a los partidos políticos, toda vez que se órgano se encargará de modificar y aprobar la Constitución política de la ciudad de México.
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