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Señor Director:
En relación con la nota de EL UNIVERSAL de fecha 13 de marzo de 2017, que se refiere a mi persona, hago los siguientes comentarios:
1o. Miguel Ángel Mancera me pidió que como asesor del gobierno me hiciera cargo de redactar un proyecto de reforma constitucional sobre la Ciudad de México y negociarlo con el gobierno federal y el PAN, porque Enrique Peña Nieto había aceptado que el DF fuera un Estado, tal como lo planteábamos desde el PRD.
2o. Las negociaciones se llevaron a cabo en la sede de la Secretaría de Gobernación.
3o. Casi al final, cuando prácticamente estaba listo el anteproyecto, me comunicaron desde la Secretaría de Gobernación que el jefe de Gobierno había retirado su apoyo a la idea de convertir al Distrito Federal en un estado de la Federación y que enviaría un proyecto a algunos senadores del PRD para que ellos lo presentaran como iniciativa, pero como ciudad autónoma, no como un Estado, lo cual
se hizo.
4o. Mancera no volvió a hablar conmigo, ni explicó en público los motivos por los cuales dejó de aceptar mi propuesta de que la CDMX fuera un Estado de la Unión. El Comité Ejecutivo Nacional tampoco indagó al respecto, según me pude dar cuenta. Sigo creyendo que la mejor solución era la de un Estado. El proyecto está a la disposición en www.pablogomez.org.
5o. La remuneración neta de ese contrato de servicios de asesoría fue de menos de 60 mil pesos por mes en dos periodos, lo cual corresponde al sueldo de asesor en el gobierno de la CDMX. Sobre las cantidades cobradas hay declaración fiscal y debido pago de impuestos.
6o. Después de aprobada la reforma de la CDMX y luego de realizadas las elecciones de diputados y de la elección de la nueva presidenta del PRD, vi a Miguel Ángel Mancera en su oficina, a la que fui citado por teléfono por él mismo. Me solicitó que fuera diputado constituyente representando a su gobierno. Agradecí su invitación, pero no la acepté. Le expuse que, en mi opinión, los diputados de nombramiento contradecían el principio democrático, no representaban al pueblo, eran falsos y no deberían existir.
7º. Entonces como ahora no hay absolutamente nada que ocultar.
Atentamente.
Pablo Gómez