Guadalajara.— Más de un millón y medio de jaliscienses viven en Estados Unidos, según la Secretaría de Desarrollo e Integración Social local. Informa que cada año envían al estado alrededor de 2 mil millones de dólares. Adrián Muñoz es uno de ellos, hace 16 años que se fue al norte y logró asentarse en Texas.
Adrián tardó más de un mes en llegar a la Unión Americana y una tía le ayudó a cruzar la frontera para establecerse en Dallas. Trabaja como electricista y cada mes envía a sus padres y a su hermana menor alrededor de 300 dólares al mes para contribuir a su manutención.
Además —dice Chuy, su madre—, les envía dinero para poco a apoco ir ampliando la casa que tienen en Lomas del Aeropuerto, una colonia popular del municipio de Tlajomulco, donde las calles aún no están pavimentadas.
“Con ese señor Trump no se sabe cómo va a actuar, pero lo que tengo entendido es que va a correr a los que, dice: ‘Son malvivientes’, pero mi hijo tiene sus papeles y vive allá sin problemas”, afirma la madre de Adrián.
El dinero que llega desde Estados Unidos se utiliza en gran parte en esta casa para comprar medicamentos. El padre de Adrián tiene Parkinson, su hermana menor padece ataques epilépticos y su madre tiene la presión alta. “Los tres tomamos medicamento, de él dependemos. Tengo otro hijo soltero, pero aquí en México apenas la libra”, explica Chuy.
Adrián se fue por eso, porque no encontraba empleo. Llama a su familia en México una o dos veces al mes y procura regresar una vez por año para visitar a su familia. Durante la contienda presidencial en la Unión Americana, ponía al tanto a sus padres sobre las intenciones de Trump. “Los amenazó mucho, pero yo pienso que no va a ser tan fácil que logre llevar a cabo sus intenciones”, explica.
Imaginar la vida sin el dinero que reciben de su hijo es complicado para ella, que vende pan para completar el gasto de la casa y está inscrita a algunos apoyos sociales del gobierno del estado. “En los del gobierno federal nunca me he podido inscribir. Quién sabe por qué”.
Unos días después de la elección presidencial en Estados Unidos, el gobierno de Jalisco envió a aquel país a su secretario de Desarrollo e Integración Social, Miguel Castro Reynoso, para establecer contacto con las asociaciones de migrantes jaliscienses en San Francisco y Los Ángeles, California, y también en Chicago.
Desde entonces se han brindado más de 120 asesorías a personas que requieren orientación para regularizar su situación migratoria. Además, se ofrecen cursos de inglés e historia estadounidense como una forma de apoyo para quienes buscan realizar el examen de obtención de la ciudadanía.
Para informar sobre los servicios que presta en Estados Unidos, el gobierno de Jalisco acude y se acerca, los domingos, a los espacios religiosos a los que acuden los mexicanos radicados ahí. Castro Reynoso ha señalado: “Es más preocupante que se imponga un impuesto alto a las remesas, que las amenazas de deportación de Trump”, porque su antecesor, Barack Obama, deportó a 2.8 millones de personas, por lo que no se vislumbra un panorama distinto.