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El estado de salud de Joaquín El Chapo Guzmán es bueno, aseguró Eduardo Guerrero, comisionado del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, luego de que la familia del capo acudiera a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por las presuntas condiciones en las que vive y que al parecer afectan su bienestar.
“El estado de salud del interno Joaquín Guzman Loera es bueno, tiene una presión de 130/90, él ingresó el 8 de enero con una presión de 150/90. Es falso que tiene infección en vías respiratorias, está en perfecto estado de salud”, enfatizó el comisionado en entrevista de radio con Adela Micha.
Anunció que entró pesando 76 kilos a la institución penitenciaria y hoy pesa lo mismo. “Cuando una persona sufre un desequilibrio en su estado de salud, en lo primero en lo que se nota es en el peso”, dijo.
Garantizó que se le respetan todos sus derechos y rechazó que pierda la memoria, pues un especialista del departamento de sicología lo ha revisado. Además se le toma la presión dos veces al día, ha sido asistido con 13 consultas médicas y con especialistas, uno de ellos de vías respiratorias.
Se le sigue monitoreando constantemente y se le hizo un examen de química sanguínea, cuyos resultados salieron bien, expresó Guerrero, quien aseguró que familiares de El Chapo lo visitaron ayer, sus hermanas Armida y Bernarda Guzmán Loera, así como su concubina Emma Coronel, quien ha entrado cuatro veces a la prisión.
“Él no se queja ni de la comida, ni del trato, solamente de sus horas de sueño, pero ahora duerme seis horas”, señaló Eduardo Guerrero.
Compartió que el narcotraficante está leyendo el libro Una vida con propósito, que es de superación personal, y que sale al patio tres veces a la semana solo.