Señor Director:

En relación con el artículo publicado el sábado 28 de noviembre por Javier Corral, titulado Iniciativa engañabobos, nos permitimos hacer las siguientes aclaraciones en beneficios de sus múltiples lectores y del compromiso con la veracidad que tienen en EL UNIVERSAL.

El señor Corral, en su artículo, no sólo ignora temas esenciales del proceso de transición a la televisión digital terrestre (TDT), sino que además evidencia una doble moral.

A) Mientras señala que se opone a que se cancelen los permisos y concesiones de “las Televisoras educativas y culturales de México por su falta de conversión digital” y pide darles un año de gracia para que estén listas, en cambio, por el mismo hecho, solicita se sancione con millones de pesos a las televisoras privadas.

¿Por qué el señor Corral pide gracia para la TV pública y sanción para la TV privada? ¿Qué acaso la Ley no es igual para todos? Esto para señalar la doble moral del senador Corral, quien juró hacer cumplir las leyes de este país.

B) Pero también muestra su ignorancia en temas de la TDT: todas las estaciones concesionadas de televisión (privadas) ya están listas para la transición digital. Lo que cualquiera puede certificar con tan sólo encender un televisor digital.

Las estaciones denominadas complementarias también están transitando exitosamente y conforme a lo mandado por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Habría que pedirle al senador Corral leyese los varios acuerdos del IFT en donde la autoridad ha señalado que las complementarias —que son estaciones marginales al cubrir apenas 2.7% del territorio nacional— sigan encendidas hasta nueva determinación. La razón es sencilla, la cobertura (huella) de las nuevas estaciones de TV digitales es distinta a la que era de las anteriores analógicas, por lo que no requerirán el mismo número de estaciones complementarias.

El senador Corral mal informa y engaña a los incautos. Su verdadera molestia es que el senador ha sido denunciado por conflicto de intereses por la radio y la TV privada de este país. Basta recordar que Corral mantiene un litigio —en lo personal— con la Televisora de Occidente, en Chihuahua, desde el año 2005. En este juicio se le declaró por orden judicial federal y local como “deudor moroso”. Actualmente, una propiedad de Javier Corral se encuentra en remate judicial para que responda por sus adeudos personales. Esto explica la falta de objetividad y profesionalismo del senador Javier Corral. (La información en twitter @cirt_ del 26 de noviembre).

Miguel Orozco Gómez

Director general de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión


Respuesta del articulista

Señor director:

El sábado 28 de este mes fue publicado mi artículo titulado “Iniciativa Engañabobos” en este espacio, mismo al que se refiere el texto de réplica enviado por la CIRT al periódico por medio de su director, Miguel Orozco Gómez. En él plantea dos puntos que, a su parecer, descalifican mis aseveraciones, aunque su argumentación no tiene sustancia.

Asegura la existencia de un sesgo de mi parte sosteniendo categóricamente que pido que se le otorgue a la Televisión Pública “un año de gracia para que estén listas” para la transición a la Televisión Digital Terrestre; mientras solicito que se sancione a las televisoras privadas. Y, atribuyéndome una doble moral, pregunta si la Ley no es igual para todos. Yo no solicito que se sancione a las Televisoras Comerciales, pido que cumplan lo mandatado y que se siga lo estipulado a la letra.

Muy lejos de las opiniones personales, en mi artículo fui, en ese aspecto, únicamente descriptivo, ya que la Ley actualmente se refiere a los “permisionarios” como los medios públicos, culturales y educativos. Lo que desde el principio los diferencia de los concesionarios comerciales.

Esta separación es obligada, ya que no es posible comparar a quienes tienen ganancias exorbitantes que les facilitan transitar a la TDT, con las televisoras públicas que reciben un presupuesto acotado según el subsidio que les otorgan los gobiernos.

El artículo décimo noveno de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión ya considera incorporar a los medios públicos a un programa diseñado por el regulador, Instituto Federal de Telecomunicaciones, para que la población pueda seguir recibiendo este servicio de interés general por la misma razón.

El engaño de la iniciativa del Senador Roberto Gil Zuarth, Presidente del Senado, está precisamente en una modificación a la Ley, modificando la palabra “permisionarios” por “operadores”, término que incluye a los concesionarios privados. Esto lastimaría profundamente la capacidad sancionatoria del IFT, ya que eliminaría la capacidad de obligar el cumplimiento de la ley en caso de que ésta sea violada.

En cuanto al segundo punto, donde la CIRT asegura que tiene todas sus estaciones preparadas para la TDT, y asegura mi ignorancia en el tema, debo reiterar lo que ya he mencionado en éste y otros artículos: según datos de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales del IFT, el 92% de las concesiones complementarias pertenecen a la TV comercial. Sólo 67 están digitalizadas, 313 tienen solicitud de migración pero ninguna se ha convertido al sistema digital y más de la mitad, 466, ni siquiera cuentan con una solicitud de migración ante la autoridad. Es decir, no invirtieron en ellas por falta de interés en términos económicos.

Y finalmente, si la CIRT dice que no tiene ningún problema porque las concesiones de baja potencia pertenecientes a las empresas de Televisión Comercial están en regla, no debe temer a ninguna multa, y el cambio de palabras en la Ley resultaría redundante; pues de hacerlo significaría que sí existe un interés del poderoso dupolio televisivo.

Atentamente

Javier Corral Jurado

Senador de la república

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