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Ante los recientes atentados terroristas en París, Francia, México “no puede regatear su apoyo a la guerra contra el terrorismo escudándose en la no intervención”, afirmó la Arquidiócesis de México.
En su editorial, el semanario Desde la fe señaló que asumir la postura de la no intervención contra el terrorismo hará que México sea “víctima de terrorismo que por ahora sólo vemos de lejos, pero ni siquiera imaginemos la desolación y el horror que nos puede traer”.
“México no puede ser insensible ante la guerra contra el terrorismo. No se trata de un problema entre el occidente europeo y los países islamistas; en el fondo se trata de un verdadero choque de culturas más que de religiones y nuestro país pertenece cultural e históricamente a ese Occidente al que el Islam ha declarado la guerra”, expuso.
Indicó que el integrismo radical que pervierte la religión y que arroja miles de muertos, vulnerando la seguridad de cualquier Estado, es “el reflejo de lo que se llama antidemocracia del extremismo, que pone al mundo en una posición de catástrofe a resolverse con los mismos métodos”.
“Al terrorismo cuerpo a cuerpo se le aplica una alta dosis de guerra con sofisticadas máquinas de destrucción que amplían el círculo vicioso”, agregó.
En la homilía dominical en la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera llamó a defender la libertad de expresión: “En esta época de separación jurídica entre el Estado y la Iglesia, los cristianos y lo mismo que otros grupos humanos debemos defender la libertad de expresión. Debemos manifestar abiertamente nuestras convicciones y criterios, los cuales deberán ser escuchados dentro del sistema democrático como deben ser escuchadas las voces de aquellos que no creen en Cristo y de aquellos que no creen en ningún dios”.