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México es el único país latinoamericano que registra una tendencia regresiva en materia de reducción de la pobreza, afirmó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
En la presentación de su informe "Diagnóstico de desarrollo regional: México", la organización internacional señaló que la pobreza procede en gran parte del amplio sector informal de trabajos de bajos salarios con una reducida productividad, la falta de acceso a la formación y las limitaciones de las redes de seguridad social.
Esto refleja "la amplia dispersión geográfica de la población en zonas alejadas, en las que resulta difícil prestar servicios, junto con una alta concentración en las zonas urbanas, en las que las infraestructuras y los servicios públicos sufren una enorme presión".
Agregó que los niveles de pobreza no han cambiado en los últimos 20 años debido a la reducida tasa de crecimiento de la economía y la desigual distribución de los ingresos.
Si bien reconoció el papel redistributivo de la política fiscal que ofrece beneficios a los grupos de menores ingresos, en comparación con los países de mayores ingresos, "la efectividad de la política fiscal de México para la reducción de la desigualdad es aún muy limitada".
Además, mencionó que las disparidades regionales en México siguen siendo un problema clave para la equidad y la eficiencia.
"Una parte importante de la población mexicana, que vive en los estados menos desarrollados, permanece excluida de los beneficios del crecimiento general", expuso la OCDE.
Recomendó al gobierno mexicano invertir más recursos en la reducción de la pobreza y el crecimiento de la productividad, así como en políticas urbanas y territoriales.
Reconoció también los programas sociales como la Cruzada contra el Hambre y Oportunidades, pero sugirió ampliar la cobertura de estos mecanismos de combate a la pobreza rural y urbana.
cd