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natalia.gomez@eluniversal.com.mx
En los primeros cinco meses del año la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó 331 denuncias ante las autoridades competentes por algunos delitos que se han cometido en Ciudad Universitaria.
Del total, 143 denuncias han sido por daño al patrimonio, 101 por robo a particulares, 34 por hurtar patrimonio de la UNAM, 23 por daño a propiedades y 10 por posesión de droga.
Durante la Sesión del Consejo Universitario Narro Robles afirmó, respecto al problema de seguridad, que en las últimas dos semanas se han asegurado de contar con un dispositivo especial, en conjunto con las autoridades externas, para fortalecer la vigilancia en el exterior de Ciudad Universitaria. El tema fue tratado durante los asuntos generales del Consejo, donde varios de los integrantes —maestros y alumnos— manifestaron su preocupación por la inseguridad que se vive en el campus.
“Estamos actuando, no estamos esperando, con todo respeto, que se nos diga qué es lo tenemos que hacer. Sabemos que lo debemos hacer, es una de nuestras responsabilidades. Como rector yo me siento con una enorme carga de responsabilidad por el tema de la seguridad. Es preocupante lo que nos pasa en CU; es un espacio abierto, lleno de complejidades y hay sensibilidades extraordinarias”, señaló Narro Robles.
Prometió que será en la próxima sesión del Consejo, una antes previo a que deje su cargo en el mes de noviembre, cuando se aborde el tema como uno de los más importantes, con la finalidad de atender la problemática.
José Narro Robles encabezó la sesión del Consejo en la que se aprobó el Código de Ética de la Universidad y en el cual se reconoce, por primera vez, a 70 años de que fuera aprobada la Ley Orgánica, que la laicidad es uno de los principios que rige el quehacer universitario.
“No es poca cosa, porque la laicidad no sólo supone un principio de autonomía recíproca entre el Estado y las iglesias, sino reconocer que la pluralidad, en materia de creencias, es un bien valioso que merece salvaguarda. Además, el quehacer universitario y la investigación deben estar orientados por criterios científicos y no por dogmas religiosos”, explicó Pedro Salazar Ugarte del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
El también presidente de la Comisión de Legislación Universitaria, explicó que no se trata de un instrumento coactivo o una ley que contempla consecuencias jurídicas, sino de un código de conducta que orienta cuáles deben ser las máximas de actuación en ámbitos que tienen que ver con la manera en cómo se dirimen los conflictos, se superan las diferencias, se interrelacionan los miembros de una comunidad, la manera en que se evalúa o transparenta la información.
En la sesión se aprobaron también las licenciaturas número 114 de Desarrollo Territorial y Antropología, que se impartirá en la Escuela Nacional de Estudios Superiores, Unidad León; y la 115, en Antropología, que se dará en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
El máximo órgano colegiado de la UNAM designó como profesora extraordinaria a Alicia Bárcena, quien es secretaria ejecutiva de la Cepal.
