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La fuga de Joaquín El Chapo Guzmán muestra la vulnerabilidad del Estado mexicano para mantener la seguridad y el Estado de derecho, expresó Monseñor Eugenio Lira Rugarcía, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
En un mensaje que envió a medios, manifestó sus comentarios sobre el escape del narcotraficante, a quien calificó de “altísima peligrosidad”. Destacó que este hecho “ha consternado a la sociedad”, por lo que exigió la reaprehensión del delincuente y que las autoridades clarifiquen las condiciones en las que se fugó de un penal con “todos los medios y tecnologías que fueron utilizados”.
“Todos exigimos no sólo la reaprehensión de este criminal, sino que las autoridades responsables clarifiquen cómo fue posible su evasión de un penal con todos los medios y tecnologías que fueron utilizados”, apuntó.
Resaltó que es “urgente” revisar los protocolos de las cárceles de alta seguridad y eliminar las causas que han producido “severas fallas en materia de inteligencia, seguridad y honestidad de servidores públicos probablemente implicados”.
El secretario general de la CEM comentó que luego de la fuga del delincuente, que consideró como “vergonzosa” no debe seguir una “simple cacería de brujas”, sino una “transparente, valiente y decidida revisión de fondo” de todo el sistema de seguridad nacional que reconozca las fallas más allá de “pretensiones políticas”.
“¿Qué debe seguir ante este hecho vergonzoso? No, desde luego, una simple cacería de brujas que termine con el encarcelamiento de funcionarios de nivel medio, sino una transparente, valiente y decidida revisión de fondo de todo el sistema de seguridad nacional que reconozca las fallas más allá de pretensiones políticas. Tenemos como sociedad el derecho de exigir acciones francas y contundentes por parte de nuestros gobernantes y el deber de luchar contra toda clase de impunidad que lacera y afecta a todos”, se cuestionó Lira Rugarcía.
Insistió en que la “solución de fondo”, sólo puede estar en la familia y en la educación. “Cuando se vulnera la unidad de la familia y se lucra con la educación, estamos condenados a repetir la historia”, concluyó.