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Almoloya de Juárez, Méx.— El inmueble donde se ubica la desembocadura del túnel de mil 500 metros que le permitió a Joaquín Guzmán Loera evadirse por segunda ocasión, es un sitio de difícil acceso sobre un campo agreste y totalmente despoblado; no obstante, con caminos rurales cercanos que interconectan con al menos cuatro rutas rápidas hacia la ciudad de México, Toluca, Lerma o incluso Michoacán, además de que tampoco era imposible un aterrizaje, pues está sobre una loma con terrenos planos adyacentes.

El Chapo además pudo contar con al menos cuatro horas o más para encontrar una ruta viable y abandonar la zona, pues los vecinos cercanos al centro no reportaron movimiento alguno de vigilancia intensa, sino hasta las 3:00 o 4:00 horas del domingo, con la instalación de los primeros retenes en caminos y autopistas cercanas, a partir de entonces todo se convirtió en caos.

Desde este sitio, donde El Chapo alcanzó nuevamente la libertad, es posible ver a simple vista el campo militar del Octavo Regimiento Mecánico del Ejército, ubicado a menos de un kilómetro del lugar del túnel, del otro lado está el Centro Federal de Readaptación Social Número 1.

El inmueble del que salió el capo tras recorrer un túnel subterráneo de mil 500 metros [a unos 10 metros de profundidad] la noche del sábado —luego de permanecer poco más de 500 días en el penal del Altiplano—, consta de unos 120 metros cuadrados de construcción y una bodega de otros 100 metros cuadrados, donde se ubica la salida del túnel.

A unos 10 metros frente a la casa, que consta de unas tres o cuatro habitaciones con ventanas parcialmente ocultas, hay otro terreno bardeado de unos mil metros cuadrados lleno casi al tope de cascajo y tierra, presumiblemente extraído durante la construcción del túnel por donde escapó el jefe del Cártel de Sinaloa, aunque hay diversos amontonamientos de tierra en torno a todo el penal y en una amplia zona sobre la carretera principal.

Los tres espacios forman un conjunto ubicado a lo alto de una loma de la colonia Santa Juanita, muy cerca del poblado de La Palma. Desde ese punto es posible ver las torres de vigilancia del centro y sus bardas de más de 20 metros de altura, así como parte de su estructura externa como tanques de agua y luminarias altas, de gran potencia durante la noche, pero sin alcance hasta esa zona.

Para llegar al lugar no hay un acceso directo desde el centro, hay que rodearlo por su lado derecho tomando caminos de terracería que suben, bajan, se angostan repentinamente o se cortan caprichosamente, ya que hay cúmulos considerables de tierra por aquí y por allá, hoyos, zanjas, caminos a medio construir, rutas cerradas o bloqueadas y un verdadero caos en torno del penal, debido a las obras de ampliación del Sistema Cutzamala, lo que pudo facilitar al capo la huida, debido a la presencia alrededor del centro de enormes tubos PVC [similares a los que se supone usó para el túnel], que ya están conectados pero permanecen descubiertos.

El inmueble no tiene un camino directo hacia el penal, pero sí un camino principal que se termina justo ahí y va en sentido contrario a la ubicación del centro.
También hay pequeños caminos rurales que pueden alcanzarse bajando la loma, cruzando un arroyo y luego una zona de cultivos. Estos pequeños caminos, todos en muy mal estado debido a las lluvias, conectan con algunos más grandes y de esta forma se pueden alcanzar fácilmente las autopistas libre o de cuota a Atlacomulco; la de cuota también a Morelia, la carretera a Toluca y el entronque con la autopista a Lerma y de ahí a la ciudad de México.

Para alguien que conozca la zona, también es posible llegar al centro de Almoloya de Juárez y de ahí salir a interconectar con la autopista a Valle de Bravo o a Zitácuaro, Michoacán, todo en cuestión de 20 minutos o media hora, incluyendo la caminata.

Los vecinos más cercanos en el área están a medio kilómetro y sólo algunas personas refirieron que la construcción tiene poco más de un año y que eventualmente algunos carros de lujo pasaban por ahí y se detenían por algunas horas.

Todo sereno. Aunque el comunicado que oficializa la segunda evasión de Joaquín Guzmán Loera fue emitido alrededor de las 24:00 horas del sábado por el Sistema Nacional de Seguridad y se reporta que la evasión pudo ocurrir poco antes de las 21:00 horas, los vecinos de La Palma y Santa Juanita no reportaron ningún movimiento inusual en la zona.

El señor David González, quien tiene un negocio de alimentos a medio kilómetro de la entrada principal del Cefereso, aseguró que se trató de una noche tranquila, y al igual que Adriana Cruz, del poblado de Santa Juana [cercano al de Santa Juanita], no reportó sobrevuelos en la noche que se supone estarían tratando de localizar al capo.

En la cabecera municipal de esta localidad, los comerciantes que se instalan el domingo señalaron que no escucharon patrullas sino hasta como a las 6:00 de la mañana y que fue tan tranquila la noche, que el silbato del tren que pasa muy cerca del Cefereso se escuchó a las 3:50 a lo lejos.

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