Nación

Robótica: ganadores sin futuro

Estudiantes de ingeniería evidencian su potencial y acumulan preseas, sin embargo, no encuentran apoyos para el desarrollo de sus habilidades

Don Cuco El Guapo se lució en Sevilla, en 1992. Es un robot pianista diseñado y construido en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla por 30 investigadores
09/05/2015 |02:31Natalia Gómez Quintero |
Redacción El Universal
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Han tenido que pisar España, Holanda, Singapur, Francia, Austria, Estados Unidos, Japón, Brasil, Ecuador... Llegaron ahí por sus méritos y su actuación fue la que les hizo ganar medallas, así como fama a las manos mexicanas que los crearon.

Son los robots con el sello de hecho en México, país en donde no existen recursos suficientes para el desarrollo de esta área y en el que sólo las preseas ganadas por en competencias internacionales evidencian un potencial no reconocido y mal aprovechado por las instituciones de educación superior y por la industria en México.

“No hay industria de la robótica en México. Aquí las armadoras utilizan robots hechos en el extranjero. Existen desarrollos muy puntuales de prototipos que se piden a universidades pero falta un mayor impulso. Y a pesar de que existe un interés en las instituciones los presupuestos no son suficientes para retener a los jóvenes que no reciben sueldo por involucrarse en esta área. Realizan un trabajo voluntario y luego buscan irse al extranjero”, indica Jesús Savage, ingeniero en computación, maestro y en Ingeniería Eléctrica de la UNAM.

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José Franco, presidente de la Academia Mexicana de las Ciencias, dice que en las universidades hay talento para la robótica, pero que las empresas donde se realiza la innovación no sacan provecho del mismo, “hay una brecha entre el mundo académico y el empresarial”.

calculan que en México existe un atraso de más de una década en lo que se refiere a la investigación sobre la robótica.

Pocos recuerdan a Don Cuco El Guapo, quien se lució en la Exposición Universal de Sevilla en 1992. Era un robot pianista diseñado y construido en el Departamento de Microelectrónica de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla por un equipo de 30 investigadores de Argentina, Brasil, Colombia, España y México, así como 20 de multidisciplinas.

El Guapo es el padre de la que debutó en 2006 en Alemania: Justina. Un robot creado en la UNAM que apoya en labores del hogar.

Justina recién llegó de Francia, De l’Espace, en Toulouse, donde universitarios compitieron con países europeos y asiáticos para alcanzar el primer lugar en la categoría Task Benchmark Best Team y el segundo en la denominada Functionality Benchmark Runner-up. En julio asistirán a la RoboCup que se realizará en China, y en noviembre a la edición 2015 del RoCKIn en Portugal.

La RoboCup se ha propuesto que esta categoría de robots humanoides llegue a 2050 con habilidades propias de los mejores jugadores de fútbol y le ganen a la selección ganadora del Mundial.

Los nietos de Don Cuco, por ser los más recientes en su aparición, pudieran ser los creados por los alumnos del Instituto Politécnico Nacional para los torneos de Sumo: Daka, Quetzalito, Cither, Boson, microAztk Esumo Z, Hércules, Tláloc y EZIMEZ H, nombres de algunos de los robots que dieron fama internacional a México en las competencias Robotchallenge en Viena, Austria y Robogames, en San Mateo, California, llevadas a cabo en abril pasado.

Con los politécnicos cada peso gastado sale de sus bolsillos en su hobby: armar robots. Aunque los verdaderos patrocinadores aquí, son sus padres. El costo va de entre 2 mil 500 y 20 mil pesos para comprar piezas, y así los han creado, desde sus talleres instalados en casa. Una vez que han participado en los concursos muchos de ellos son desarmados, por falta de presupuesto para construir un nuevo prototipo con material de reuso.

Los promedios escolares de estos jóvenes no llegan de manera general al nueve, ya que ellos destinan horas de tareas y de clases para dedicarse a su pasión: la robótica.

Algunos salen por primera vez a Europa, pero los veteranos ya tienen un récord de países que les falta visitar, para seguir en las competencias que les han dado medallas y reconocimientos. Y sí, sólo eso, porque en las justas internacionales más serias e importantes no hay dinero por el que se concurse, solo se desafía por orgullo, para decir que eres el mejor, que le ganaste a Alemania o a Japón.

Estos jóvenes nacidos en clase media no podrían acudir a los torneos, pagar la, un boleto de avión y hospedaje. Ahí es donde el IPN les auxilia, “pero es hasta que obtienes algo, reconocimiento y fama a nivel internacional, que voltean a verte”.

Erick Daniel Durán Sandoval toma a Quetzalito con cuidado para mostrar cada una de las partes de su robot competidor que ganó el primer lugar de microsumo en Robotchallenge, concurso anual que se realiza en Viena desde 2004. Hasta esa ciudad europea un año antes llegó Rohmus, para ganar el tercer lugar en estilo libre y darle fama a México. El camino hacia la fama internacional lo abrieron en 2006 desde el Club de Minirobótica de la UPIITA unos jóvenes que con sus propios recursos se lanzaron a competir a Robogames y ganaron los primeros lugares. A partir de esos trofeos obtenidos el IPN empezó a reconocerles y apoyarlos con su transportación y comida.

“Me sentí al tú por tú, el primer día de la competencia lo dudé un poco, pero reprogramamos la estrategia frente a los alemanes que tenían rutinas donde hacían movimientos que te encerraban y te sacaban. Al siguiente día el alemán no se la creía, lo mejor fue su y me dijo: ‘espero que al siguiente año te quedes en México’”, cuenta Erick Daniel.

La mayoría de estos jóvenes tuvo su inspiración en el de Estudios Científicos y Tecnológicos Estanislao Ramírez Ruiz Voca 3 con el profesor Benjamín Ayala Álvarez. “Te habla con tanta pasión que te la contagia”.

Pero ha sido desde 2007, con el robot Pepe el Toro, que los politécnicos iniciaron una etapa ganadora en el dojo de Robogames al que asisten al menos 20 países.

No han sido sólo las universidades públicas las destacadas en el diseño y programación. Alumnos del Instituto Tecnológico de Monterrey también asistirán a la RoboCup 2015 que se realizará del 17 al 22 de julio en China. Presentarán una unidad capacitada para llevar a cabo labores de búsqueda y rescate de víctimas.

El profesor Jesús Savage dijo que muchos de sus alumnos se han ido al extranjero a hacer un y trabajan en otros países, donde el sector es bien remunerado. Al año, un ex alumno que está en EU gana 120 mil dólares.