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Familiares de los 42 fallecidos durante el supuesto enfrentamiento en el Rancho El Sol, en el municipio de Ecuandureo, Michoacán, indicaron que fue una “salvajada” por parte de las fuerzas federales, que hubo exceso de fuerza y aseguraron que en ese lugar no hubo un enfrentamiento.
Desde la madrugada de ayer, los cuerpos fueron levantados del predio ubicado sobre la carretera que comunica a Guadalajara como Morelia, para ser enviados al Servicio Médico Forense del estado, en donde ya los esperaban varios familiares y uno de sus representantes legales.
La mayoría de las personas fallecidas, de acuerdo con los testimonios recabados por este diario, eran originarios de Ocotlán, Jalisco.
Incluso los automóviles en los que llegaban los familiares para reclamar los cuerpos tenían placas de circulación de esa entidad.
Entrevistada mientras esperaba la entrega de dos de sus familiares, una señora denunció que tras haberles disparado, quedaron irreconocibles.
“Fue una salvajada lo que pasó, no podemos comprender que nuestros familiares estén irreconocibles. Unos sin dientes y no es posible que tantas personas hayan fallecido”, enfatizó.
La señora, que por cuestione de seguridad omitió su nombre, aseguró que su cuñado y otro familiar, “se dedicaban a arreglar carreteras y que también trabajaban en el rancho”, sin embargo, no específico cuál era su labor en el predio.
“Es una injusticia lo que pasó. Ellos trabajaban chaponeando y en las carreteras tapaban los hoyos... Tenía como ocho meses que no los veía y por las fotos pudimos reconocer a nuestros familiares”, comentó.
Agregó que ven difícil denunciar el uso excesivo de la fuerza de la Policía Federal ya que “nunca hacen nada y siempre le creen al gobierno”.
Por otra parte, el asesor de los que reclamaron los cuerpos en el Servicio Médico Forense aseguró que los cuerpos fueron manipulados y no se trató de un enfrentamiento.
“En las mismas fotos hay cambios de posiciones de los cuerpos lo que evidencia que hubo manipulación y así como sucedieron los hechos, a simple vista, cualquier persona puede decir que no fue tiroteo sino algo muy a sangre fría”, afirmó.
Reprueban actuar. Durante la entrevista, el asesor, quien omitió su nombre por cuestiones de seguridad, señaló que como ser humanos, los policías que ingresaron al rancho “no pueden tomar una determinación de tal forma”, refiriéndose a su actuar durante el operativo.
“Toda autoridad debe seguir un protocolo de acción, ahorita hay temor por las tres personas detenidas que estén sufriendo algún tipo de violencia física”, indicó.
Luego de permanecer en el Semefo acompañando a los familiares, el asesor señaló que algunos de los cuerpos, por el estado en que llegaron, no pueden ser reconocidos.
Respecto a la entrega de los fallecidos, dijo que en un principio pedían una copia simple del acta de nacimiento y que después pedían los originales sino no había trámite.
En ese sentido, tuvieron que apoyarse en la Comisión de Derechos Humanos para pedir que ayudara para la entrega de los difuntos.
“Lo que les puedo decir es en cuanto al procedimiento para la recuperación de los cuerpos que sí ha sido un poco demorado. La mayoría son de Jalisco, de Ocotlán”, explicó.
Hasta la tarde de ayer, la Procuraduría de Morelia ya había entregado 20 de los 42 cuerpos, en tanto que sólo han sido identificados 28.
Los que entregaron durante el día de ayer, fueron llevados por sus familiares a los servicios funerales Santa Cruz, en Morelia, para después regresar a su lugar de origen en Ocotlán, Jalisco.