Morelia, Michoacán
Servando Gómez, 'La Tuta', ha aparecido en tres videos con el hijo del ex gobernador priísta Fausto Vallejo Figueroa; el capo señaló en una de sus grabaciones, difundida el año pasado, que la candidata del PAN a la gubernatura, Luisa María Calderón, tuvo acercamientos con el cártel de Los Caballeros Templarios, para pedir apoyo a su campaña en 2011, y en un docena de videos el capo ha aparecido con ex funcionarios, ex alcaldes y militantes del PRD en Michoacán.
En una elección reñida entre los candidatos Silvano Aureoles y José Ascensión Orihuela “el factor Tuta” se ha convertido en un elemento que añade enrarecimiento electoral.
Ahora muchos candidatos temen que se viralice (difunda en redes sociales) un video que los desacredite o que los haga perder puntos en la carrera por acceder a uno de los 166 puestos de elección popular que están en disputa en esta elección, donde, después de 10 años, la gubernatura vuelve a ser de un periodo de seis años.
Para el politólogo Jaime Rivera Velázquez, sin embargo, la delincuencia organizada ya no cuenta con una estructura financiera ni social que pueda cargar la elección hacia un solo candidato y tampoco habrá, dice, el mismo clima de incertidumbre y hasta de miedo que privó en 2011, sobre todo en las zonas más alejadas y de difícil acceso de la geografía michoacana.
Con la reciente reforma electoral el escenario cambió, considera el líder estatal del PAN, Miguel Ángel Chávez, pero no lo suficiente para garantizar que no habrá “una mano que mueva la cuna en favor del candidato que haya hecho pactos inconfesables”.
El PRD, que ha tomado una postura de no beligerancia, considera que esta elección está imbuida de encono de sus adversarios, que han comenzado a ventilar videos comprometedores en un momento con tufo de conspiración.
El PRI, por su lado, ha sorteado los escándalos mediáticos del hijo del ex gobernador Fausto Vallejo Figueroa, y ha puesto distancia diciendo que Rodrigo Vallejo “no es priísta y tiene que responder en lo individual”.
Los tres partidos admiten que “el efecto Tuta” pesa en el ánimo de los candidatos, porque algunos temen aparecer en un video, en reuniones que, dicen, “pudieron haber sido obligadas, ocasionales o acordadas, en un escenario muy distinto del que ahora se vive en el estado”.
Ambiente crispado: PAN
Miguel Ángel Chávez dice que no bastan los filtros internos que hayan tenido los partidos ni las autoridades electorales. El líder estatal de Acción Nacional considera que la exposición mediática de los videos de 'La Tuta' “añade un ruido y una presión innecesaria a esta elección, que sólo pretende distraer al electorado o inhibir su participación”.
“En el PAN estamos seguros: ninguno de nuestros candidatos tiene un pasado oscuro, ligado de alguna u otra forma al crimen organizado. No tenemos de qué avergonzarnos”, afirma el dirigente, e indica que “el efecto Tuta ha contribuido a la crispación del ambiente electoral y esto terminará por traer consecuencias aún no calculadas”.
Indagar, caiga quien caiga: PRI
El dirigente estatal del PRI, Agustín Trujillo Íñiguez, coincide en que la filtración de videos del narcotraficante “es con una intención netamente política”, y propone que su difusión sea investigada de manera legal.
“Los videos han sido filtraciones que nada tienen que ver con un fin institucional, sino más bien con la procuración de justicia”, comenta. “Quien aparezca en un video o en flagrancia de un delito, trátese de quien se trate, debe ser investigado y debe responder en lo particular”, refiere, y añade que en el PRI no hay focos rojos tras la selección de sus candidatos.
Unos iban por susto, otros por gusto: PRD
Carlos Torres Piña, dirigente estatal del PRD, señala que “el efecto Tuta” ha generado “rispidez y encono” en la campaña, y dice irónicamente: “Esperamos que la filtración de videos no sea con cálculos políticos”.
Desde su punto de vista, el bombardeo de videos y la exposición mediática que se les da “puede desanimar la participación del electorado y enrarecer el ambiente”. Y aclara que, en cuanto a los candidatos, “cada actor es responsable de sus actos”.
“La diferencia es que algunos personajes iban al encuentro de 'La Tuta' por gusto, como Rodrigo Vallejo, que hasta le prestaba las instalaciones de gobierno y el C-4, y otros iban por susto... y otros por gusto”.
En ese sentido concluye que hay una clara responsabilidad de las autoridades electorales si se llega a generar un clima de inestabilidad en las elecciones en curso.
Responsabilidad compartida: politólogo
El politólogo Jaime Rivera Velázquez explica que Los Caballeros Templarios ya no cuentan con la estructura financiera ni social para imponer un candidato, tampoco para comprar conciencias o medrar el ánimo de la gente para que vote por tal o cual personaje.
Sin embargo, reconoce que hay zonas en las que los candidatos —del PRD y PAN— han hecho denuncias de amenazas de muerte de presuntos delincuentes. “No hay que desatenderlas, pero dudo que puedan llegar a cumplirlas”.
Para el también consejero electoral, la influencia que pueda tener “el factor Tuta” en las elecciones “no es algo medible o cuantificable, aun después del proceso”.
Y añade: “No ignoramos el impacto que tienen los videos con 'La Tuta', pero es una responsabilidad que está repartida en por lo menos los tres principales partidos políticos que participan en esta contienda; también sabemos que el poder de la delincuencia se incubó y creció durante mucho tiempo y eso es un factor que comparten también PRI, PRD y PAN; los tres salen afectados”.
En ese sentido, reflexiona que el efecto termina por neutralizarse. “No es algo unívoco, porque todo lo que circula en torno a 'La Tuta' no está a favor de nadie y no es decisivo”, considera.
Rivera Velázquez indica que lo que realmente importará en esta última etapa de las elecciones será la propuesta de cada candidato, en tanto que el partido al que pertenece cada uno quedará rezagado a un segundo plano.