La decisión de las autoridades venezolanas de volver a encarcelar a los opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, detenidos y en arresto domiciliario por sus protestas contra el gobierno, recibió ayer una fuerte condena en el ámbito internacional.
Un día después de decretar sanciones contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, Estados Unidos reaccionó con máxima dureza a la detención de ambos opositores, quienes fueron sacados de sus domicilios por la policía. En un comunicado, el presidente Donald Trump calificó de ilegales los arrestos de quienes llamó prisioneros políticos”. La portavoz de Tump llamó “dictador” a Maduro.
El secretario del Departamento de Estado, Rex Tillerson, calificó las detenciones de “muy alarmantes”, y que podrían “llevar al estallido de más violencia en el país”. Y advirtió: “Estamos evaluando nuestras opciones políticas para ver cómo podemos crear un cambio de condiciones en el que, o Maduro decide que no tiene futuro y quiere irse de propio acuerdo, o podemos devolver los procesos del gobierno a su Constitución”.
Frente a las sanciones de EU, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) de Venezuela ratificó su “incondicional apoyo” y “lealtad” a Maduro. En un comunicado leído por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, la FANB reiteró “el compromiso histórico de defender la soberanía e independencia nacional”.
El secretario general de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, instó a todas las partes involucradas en la crisis en Venezuela a buscar una solución política al conflicto. Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo que “el régimen busca callar a Ledezma y López y, de esa manera, callar y someter a todo un pueblo”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aseguró que la revocación del arresto domiciliario de López y Ledezma “agrava la crisis política”. “El gobierno venezolano reincide en medidas represivas y de intolerancia política que buscan impedir la libertad de expresión y las voces disidentes”, aseguró en una nota.
López, el preso político más emblemático en Venezuela, había sido trasladado a arresto domiciliario el 8 de julio, tres años después de ser condenado a 14 años de prisión por acusaciones de instigar a protestas violentas contra el gobierno en 2014. Ledezma, alcalde de Caracas, fue encarcelado en 2015 y estaba en arresto domiciliario por salud.
La justicia venezolana dijo que ambos incumplieron las normas de su reclusión domiciliaria haciendo pronunciamientos políticos y que tenían planes de fuga. Ambos opositores publicaron la semana pasada videos de rechazo a la elección de la Asamblea Constituyente celebrada el domingo.
La esposa de López, Lilian Tintori, quien está embarazada, publicó un video en el que se ve a agentes sacando al opositor de su casa en la madrugada. Fue llevado de regreso a Ramo Verde. Luego se dio a conocer otro video preparado por el opositor en caso de volver a ser encerrado, y en el que se declaró “preso de conciencia”. Del embarazo de Tintori, López dijo que es “otra razón para luchar”. Agencias