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Líderes internacionales aplaudieron ayer el traslado del líder opositor venezolano Leopoldo López de una cárcel a su casa para seguir cumpliendo una condena por incitar a protestas antigubernamentales, y esperan que la medida abra las puertas a un diálogo.
Los presidentes de España, Mariano Rajoy; Argentina, Mauricio Macri; México, Enrique Peña Nieto, y Brasil, Michel Temer, reclamaron “la liberación de todos los presos políticos y la convocatoria de elecciones libres y democráticas” en Venezuela, según anunció el jefe del gobierno español.
Poco después, el presidente Peña Nieto tuiteó: “El traslado de Leopoldo López es una buena señal. Hacemos votos para que Venezuela retome el camino de la paz y la democracia”.
El secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, indicó en Twitter que el arresto domiciliario de López es “sólo el primer paso” y constituye una “oportunidad de reconciliación nacional y salida democrática a grave crisis”. El Departamento de Estado de Estados Unidos destacó: “Éste es un paso significativo en la dirección correcta por el gobierno de Venezuela. Reiteramos nuestro llamado por la completa restauración de la libertad de López y de sus derechos políticos”.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, comentó: “Celebro mucho que Leopoldo López esté de nuevo con su familia e insisto en que hay que perseverar para buscar una solución negociada y pacífica”.
La organización Amnistía Internacional destacó que pese a lo ocurrido con López, la “represión” continúa en Venezuela.
