La ciudad vieja de Hebrón, Al Khalil en árabe, en la Cisjordania palestina, fue declarada ayer Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, que al mismo tiempo la incluyó en su lista roja de sitios amenazados. El hecho provocó la ira de Israel, ya que el primer ministro lo calificó de una “decisión delirante” y en represalia recortará en un millón de dólares los fondos que aporta a Naciones Unidas.
El organismo de Naciones Unidas especializado en educación, ciencia y cultura inscribió la ciudad vieja de Hebrón en dos listas: la del patrimonio mundial y la del patrimonio en peligro. El comité de la Unesco, reunido en la ciudad polaca de Cracovia, aprobó esta medida con 12 votos a favor, tres en contra y seis abstenciones.
Los palestinos afirman que la ciudad vieja de Hebrón está amenazada por un aumento “alarmante” del vandalismo contra propiedades palestinas en la zona, unos actos que atribuyen a los colonos israelíes. Por ello pidieron a la Unesco que declarara el casco antiguo “zona de valor universal excepcional”.
La votación es “un éxito en la batalla diplomática llevada a cabo por los palestinos en todos los frentes ante las presiones israelíes y estadounidenses”, celebró el Ministerio palestino de Exteriores en un comunicado.
“A pesar de una frenética campaña israelí que consistió en difundir mentiras y manipular los hechos relacionados con los derechos de los palestinos, el mundo ha reconocido nuestro derecho de inscribir Hebrón y la Mezquita de Ibrahim bajo soberanía palestina”, añadió.
El presidente israelí, Reuvén Rivlin, acusó a la organización de “seguir diseminando mentiras antijudías mientras permanece en silencio cuando el patrimonio regional está siendo eliminado por extremistas brutales”, recogió el diario Haaretz.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, indicó en un video difundido por sus servicios y colgado en su página Facebook que esto fue “otra decisión delirante de la Unesco. Esta vez decidieron que la Tumba de los Patriarcas en Hebrón es un sitio palestino, lo que quiere decir no judío, y que es un sitio en peligro”.
“¿Que no es un sitio judío? ¿Quién está enterrado ahí? Abraham, Isaac y Jacob. Sarah, Rebecca y Léa. Nuestros padres y madres [bíblicos]”, añadió.
El mandatario también cuestionó: “¿El sitio está en peligro? Solamente en los lugares donde Israel está presente, como Hebrón, la libertad religiosa está garantizada para todos”.
“Así que vamos a continuar preservando la Tumba de los Patriarcas, la libertad religiosa para todos y continuaremos preservando la verdad”, explicó Netanyahu.
En represalia, el premier israelí “decide recortar un millón de dólares adicional de las cuotas de Israel a Naciones Unidas y utilizar los fondos para reforzar proyectos de herencia judía en Hebrón y Kiryat Arba [colonia]”, informó en un comunicado oficial.
Esta es la cuarta vez en los últimos meses que Netanyahu ordena reducir la financiación al organismo internacional, al que había sancionado tras la aprobación de resoluciones críticas con Israel. El dinero irá a la creación del Museo del Patrimonio del Pueblo Judío en Kiryat Arba y Hebrón, y a otros proyectos en la ciudad en territorio ocupado.
Construida en piedra calcárea durante el periodo mameluco, entre 1250 y 1517, la ciudad vieja de Hebrón se convirtió en lugar de peregrinación de judíos, cristianos y musulmanes gracias a la Mezquita Al Ibrahim o Tumba de los Patriarcas, edificada en un recinto del siglo I que servía para proteger las tumbas de Abraham y sus familiares.
Es la ciudad más grande de Cisjordania y la segunda de Palestina, después de Gaza. La habitan actualmente más de 200 mil palestinos y unos 800 colonos judíos, divididos en dos sectores, quienes viven en un enclave protegido por soldados cerca de la Tumba de los Patriarcas.