Desde que Vladimir Putin asumió el poder en Rusia en el 2000, las relaciones entre su país y Estados Unidos han sufrido pronunciados altibajos. Aquí un vistazo de la historia de los nexos entre las dos poderosas naciones:
ESPERANZAS INICIALES
Cuando Putin fue elegido por primera vez en el 2000, las relaciones estaban tensas debido al bombardeo que realizó la OTAN en 1999 en Yugoslavia . El trato amargo contrastó con las plácidas relaciones que tenían el presidente estadounidense Bill Clinton y el mandatario ruso Boris Yeltsin en los años 90.
Putin al principio trató de tener buenas relaciones con Clinton y con otros líderes occidentales. Cuando Clinton visitó Moscú en junio del 2000, el gobernante ruso incluso propuso que Rusia se incorpore a la OTAN, una idea que no ha conseguido apoyo. En julio del 2000, Putin intentó infructuosamente de convencer a Corea del Norte de que abandone su programa nuclear al visitar Pyongyang sorpresivamente cuando fue a la cumbre del G-8 en Japón.
UNA ALIANZA BREVE
Poco después de que George W. Bush asumió la presidencia estadounidense, Putin se reunió con él en Eslovenia en junio del 2001. Con el encuentro se pudieron establecer buenas relaciones: Bush formuló su famosa frase de que miró a Putin a los ojos y divisó su alma.
Putin fue el primer mandatario extranjero en llamar a Bush tras los ataques del 11 de septiembre, y aplaudió el envío de fuerzas estadounidenses a los países del Asia Central que otrora fueron parte de la órbita soviética.
En otro gesto de buena voluntad, Putin mandó a cerrar instalaciones militares de la era soviética en Cuba y Vietnam . Aunque hubo fricción por los planes estadounidenses de armar un sistema de defensa antimisiles, Rusia y la OTAN firmaron en el 2002 un acuerdo para establecer un consejo que enfrente temas de interés común como el terrorismo y la proliferación nuclear.
AUMENTO DE LAS TENSIONES
La invasión estadounidense de Irak en el 2003, a la que Rusia se opuso, fue una encrucijada, y las relaciones comenzaron a empeorar.
Rusia consideró las protestas en Ucrania en el 2004 como intento de Estados Unidos de ampliar su influencia y socavar los intereses de Rusia en esa antigua república soviética. Las tensiones fueron en aumento y tras la breve guerra entre Rusia y Georgia en el 2008, quedaron congeladas las relaciones entre Washington y Moscú.
UN NUEVO INICIO BAJO OBAMA
El presidente Barack Obama trató de “repotenciar” las relaciones con Rusia tras su elección, y visitó Moscú en julio del 2009.
Aunque Putin seguía siendo el que mandaba a pesar de ser primer ministro, Obama se concentró en forjar relaciones con el presidente Dmitry Medvedev. Cuando Medvedev renunció en el 2012 para dejar que Putin regrese a la presidencia, Putin acusó a Estados Unidos de estar detrás de las protestas contra él que surgieron en Moscú.
TRUMP Y RUSIA
El Kremlin celebró la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos en el 2016, pues Trump había prometido mejorar las relaciones con Rusia. Pero las denuncias de que Rusia interfirió en el proceso electoral estadounidense frustraron las esperanzas de un encuentro pronto entre los dos mandatarios, y es por eso que la actual cumbre del G-20 en Hamburgo es la primera oportunidad.
Putin ha negado haberse inmiscuido en las elecciones estadounidenses y ha criticado a los demócratas por no reconocer los errores que permitieron el ascenso de Trump. Putin ha elogiado a Trump y ha expresado interés en colaborar para resolver problemas internacionales como el conflicto en Siria.
lsm