El presidente "no cometió ningún crimen", dijo el abogado del presidente brasileño Michel Temer tras entregar el miércoles su alegato a la comisión legislativa que estudiará la denuncia por corrupción contra el mandatario, que podría costarle el cargo.

"Esta acusación no es contra un ciudadano común, es contra el presidente de la República y contra Brasil", agregó el letrado António Cláudio Mariz de Oliveira, en la misma línea usada por Temer tras ser acusado el mes pasado por el fiscal general Rodrigo Janot.

El escrito fue entregado a la Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía ( CCJ ) de la Cámara de Diputados , de 66 miembros, que deberá recomendar al plenario si el proceso debe avanzar hacia la corte suprema o ser archivado.

El mandatario conservador, del partido PMDB (centroderecha), fue acusado de recibir un soborno de 500.000 reales (150.000 dólares) de JBS, la mayor procesadora de carne del mundo, a través de un asesor al que la policía fotografió recibiendo una maleta con el dinero antes de arrestarlo.

Janot afirma que ese dinero estaba destinado al presidente, que lo ha negado categóricamente.

El caso convirtió a Temer en el primer jefe de Estado brasileño en ser acusado de un delito común durante el ejercicio de su cargo. La crisis se produce apenas trece meses después de la separación del cargo, en un proceso de impeachment, de la izquierdista Dilma Rousseff , de quien Temer era vicepresidente.

La defensa también impugna la validez de una grabación, hecha por Joesley Batista, uno de los dueños de JBS, en la que Temer parece dar su aval al pago de un soborno para comprar el silencio de un diputado preso.

Esa grabación, que podría valerle a Temer nuevos cargos -por obstrucción a la justicia y formación de organización criminal- es "ilícita" y "técnicamente dudosa", dijo Mariz de Oliveira.

La defensa de Temer presentó su alegato en la segunda de las diez sesiones de Plenario que tenía de plazo para hacerlo, buscando acelerar un proceso que desgasta a su base y compromete el avance de medidas de ajuste reclamadas por los mercados, en especial la reforma del régimen de jubilaciones.

El diputado Sergio Zvéiter, que instruye la causa, podría leer su parecer el lunes próximo. Luego vendrían la sustentación oral de la defensa y 48 horas de pausa para analizarlo antes del inicio de los debates propiamente dichos, que podrían contar con más de 150 oradores.

Pero cualquiera que sea el resultado en la CCJ, el informe de Zvéiter deberá ser sometido al pleno de 513 diputados.

Para que el Supremo Tribunal Federal ( STF ) sea autorizado a examinar la denuncia, la moción debe ser apoyada por al menos 342 diputados (dos tercios). Cualquier número inferior, ya sea por ausencias, abstenciones o votos en contra, anularía la causa.

Hasta el momento, Temer ha mostrado tener una sólida mayoría en la Cámara.

De ser aprobada la continuidad del caso, el STF discutirá si hay motivos para enjuiciar a Temer -lo cual automáticamente lo suspendería de la presidencia por un máximo de 180 días- o si decide archivar el expediente.

"El gobierno quiere votar cuanto antes, pero ya quedó claro que será imposible votar el viernes, que era como quería. En el mejor de los casos podría votarse en la última semana de julio, lo que tal vez lleve la votación del plenario hasta agosto", dijo a periodistas Alessandro Molon, diputado de Rede (izquierda).

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