Unos 200 presuntos seguidores del gobierno venezolano tomaron por la fuerza el miércoles la Asamblea Nacional y atacaron a golpes, con tubos y objetos contundentes a congresistas y empleados, lo que dejó un saldo de al menos 12 heridos .
El presidente Nicolás Maduro condenó el incidente y al final de un desfile militar para conmemorar el aniversario de la independencia sostuvo “no acepto violencia de nadie” y pidió que se investiguen los hechos a los que calificó de “extraños”.
Cerca del mediodía manifestantes que desde temprano protestaban en varios puntos del centro de Caracas ingresaron a los patios del Congreso luego de que el jefe del destacamento de la Guardia Nacional del Palacio Legislativo les autorizó el ingreso.
Entonces se abalanzaron hacia la entrada de la sala protocolar de la Asamblea y allí se enfrentaron a un grupo de diputados opositores y empleados del Congreso.
Algunos manifestantes, con los rostros cubiertos con telas negras, sacaron pistolas e hicieron disparos al aire mientras otros lanzaban gases lacrimógenos y potentes fuegos artificiales. En un intento por defenderse algunos empleados del Congreso utilizaron extintores.
Tras una intensa golpiza los guardias nacionales que custodian la instalación sacaron a los manifestantes.
El presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Julio Borges , dijo que al menos cuatro diputados opositores, entre ellos Américo De Grazia , y siete trabajadores resultaron heridos en un “episodio de vergüenza e infamia”.
Algunos medios locales difundieron imágenes de De Grazia inconsciente tras ser golpeado en la cabeza con un tubo mientras era sacado en brazos. El diputado Armando Armas también sufrió una herida en la cabeza que le provocó un profuso sangrado que le manchó el rostro y la camisa. De Grazia fue llevado en ambulancia a un centro de salud.
“Un gobierno que hace lo que hizo hoy con su Parlamento es un gobierno débil, es un gobierno caído, es un gobierno cobarde”, afirmó Borges y dirigiéndose a Maduro aseveró “no se equivoque... representamos a todo el pueblo venezolano y haremos valer los derechos”.
Luego de los eventos violentos los supuestos seguidores del gobierno tomaron los alrededores del Congreso e impidieron por varias horas a los diputados, empleados y periodistas salir del lugar.
Antes el vicepresidente Tareck El Aissami había llamado a las "fuerzas de la patria" y al "pueblo de a pie" a ir al Congreso adonde se encuentra el acta de la independencia para "tomar juramento y asumir esta proclama".
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Los incidentes ocurrieron mientras Maduro participaba del desfile militar y después de que El Aissami se presentó en la Asamblea Nacional para abrir el acta de declaración de la independencia en un acto que no había sido notificado al Legislativo y del que no participaron los diputados opositores.
“Estamos en las instalaciones de un poder del Estado que ha sido secuestrado por la misma oligarquía que traicionó a (Simón) Bolívar”, dijo El Aissami.
Los hechos violentos se produjeron horas después de que el inspector de la policía judicial Oscar Pérez, quien piloteó el helicóptero que atacó dos organismos públicos, difundió en las redes sociales un video en el que anunció la “segunda fase” de su plan contra el gobierno de Maduro sin ofrecer más detalles.
Pérez, quien aparece en la grabación de cinco minutos y medio con una bandera venezolana de fondo y un arma larga del lado derecho, llamó a enfrentar la reforma de la constitución que impulsa Maduro.
El policía de 36 años atacó el 27 de junio desde un helicóptero de la policía judicial, que había robado de una base aérea militar de Caracas, las sedes del Ministerio de Relaciones Interiores y del Tribunal Supremo de Justicia .
Las autoridades no han ofrecido hasta el momento comentarios sobre el pronunciamiento de Pérez.
Desde hace cuatro meses el gobierno de Maduro enfrenta protestas casi diarias que han dejado 91 muertos y más de mil 400 heridos.
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