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Las fuerzas de seguridad australianas lograron frustrar un supuesto ataque islamista planeado contra un avión de pasajeros gracias a un operativo antiterrorista llevado a cabo ayer en Sidney, informó este domingo el primer ministro Malcolm Turnbull.
Cuatro sospechosos fueron detenidos durante las redadas realizadas por brigadas antiterroristas, que en la noche del sábado registraron cinco propiedades en Sidney tras haber recibido información de parte de agencias asociadas.
“La amenaza terrorista es muy real”, alertó Turnbull. A su vez, dijo que la seguridad en los principales aeropuertos del país había sido reforzada, por lo que advirtió a los pasajeros de posibles demoras y mayores controles.
El jefe de la Policía Federal Australiana, Andrew Colvin, dijo que las agencias de inteligencia habían recibido “información creíble” de parte de otras agencias acerca de un plan terrorista que iba a ser llevado a cabo mediante un “dispositivo improvisado”.
Todavía no se presentaron cargos contra los cuatro detenidos. Colvin se negó a informar si la policía ya los tenía en la mira antes del operativo y tampoco se refirió a su pertenencia a un grupo terrorista concreto.
Lo que sí comunicó fue que el ataque iba a estar dirigido contra la industria australiana de aviación en un aeropuerto importante del país; sin embargo no dio más detalles.
También dijo que el operativo antiterrorista seguía en curso y que las fuerzas de seguridad aún estaban registrando las propiedades, aunque no informó si habían encontrado algún tipo de material explosivo.
