La violencia es uno de los asuntos que más preocupan rumbo a la Asamblea Nacional Constituyente de este domingo. Pero los chavistas no tienen miedo y pese a sus pocas posibilidades de éxito, hacen campaña en el barrio Minas de Baruta, ubicado al sureste de la ciudad, donde la mayoría de sus habitantes son opositores.

Virginia Cabrera lleva más de 35 años en actividad política. Es candidata a la Asamblea Nacional Constituyente y comenta a EL UNIVERSAL que el camino no ha sido fácil, pero que busca insertar su experiencia en el poder popular con el objetivo de fortalecer las leyes.

“No es nuevo para nosotros el escenario político, tenemos experiencia haciendo la revolución, independientemente de las condiciones políticas con los vecinos de oposición. Lo que buscamos nosotros es enamorarlos, decirles que la revolución [bolivariana] no es enemigo del pueblo, todos somos pueblo”, señala.

La maestra Cabrera se apoya en un grupo de venezolanos que siguen el legado del comandante Hugo Chávez; entre ellos, Simón Rojas, quien asegura que la Constituyente busca un nuevo ordenamiento jurídico en el país. La Constitución es buena, explica, pero le falta profundizar.

En Minas de Baruta no hay murales con el rostro de Chávez. Tampoco de Maduro. Es un barrio dominado por la oposición. La única imagen se observar en el Núcleo de Formación del Poder Popular Simón Rodríguez es la de Chávez sosteniendo un diario que muestra lo que parecen estadísticas.

En medio de las movilizaciones y los cuestionamientos por parte de la oposición sobre la ilegitimidad de la consulta, la candidata Cabrera asegura que son los venezolanos quienes están padeciendo toda la arremetida de la ultraderecha que, afirma, utiliza a los jóvenes que “no tienen ni idea de lo que están haciendo”.

Una forma de combatir estas acciones es a través de ideología política que dejó el comandante Chávez, explica Omar Covarrubias, quien forma parte del grupo con el que trabaja Cabrera. “Debemos defender y revivir la causa, además de seguir los lineamientos de Nicolás Maduro”, afirma el chavista.

Venezuela, acota la maestra, no es sólo el municipio Baruta, Altamira o Chacao, donde se han registrado más casos de represión de los opositores durante las protestas, sino que es ese “pueblo hermoso” que en 2012 rescató la revolución y que se mantiene disciplinado y organizado.

El chavismo, subraya, no se ha perdido. Puede haber diferencias, pero como revolucionarios, el propósito de la Constituyente es buscar la paz, asegura.

En Minas de Baruta, señala Covarrubias, todos se conocen y la manera de hacer campaña será a través de la paz, insiste. “Tenemos nuestros toldos rojos, nuestras esquinas calientes, vamos a ir a trabajar ordenadamente, sin confrontación. Eso es lo que nos pide nuestro presidente Nicolás Maduro: no confrontarlos. La consigna nuestra es la paz”.

El grupo dice que su objetivo es que a través del diálogo, la ideología y sobre todo la paz, se les una la oposición, de modo que entre todos busquen la estabilidad en el país sudamericano.

“Estamos más unidos que nunca, pero hemos resistido y vamos a seguir haciéndolo en este pueblo en memoria de nuestro comandante Chávez. En memoria de esos pueblos que están siendo atacados como nosotros”, dice Cabrera.

Su consigna es la siguiente: “El amor garantiza la paz y nosotros sentimos mucho amor, incluso hacia los opositores”.

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