El jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Joseph Dunford, aseguró ayer que el Pentágono no aplicará, hasta nueva orden, la decisión de prohibir que los transexuales sirvan en las Fuerzas Armadas del país anunciada el miércoles por el presidente Donald Trump.

“No habrá modificación alguna a la actual política hasta que el secretario de Defensa [James Mattis] haya recibido la orden del presidente y emita directrices para implementarla”, explicó Dunford en un documento de comunicación interna.

“Mientras tanto, seguiremos tratando a todo nuestro personal con respeto”, agregó el jefe del Estado Mayor Conjunto, quien ordenó a los mandos “permanecer centrados” en sus misiones militares.

Cuestionada al respecto, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo ayer en su rueda de prensa diaria que el gobierno aún no tiene un “cronograma específico” para “implementar íntegramente” la orden de Trump, pero aseguró que “trabajará” con el Pentágono para hacerlo.

El magnate anunció el miércoles su decisión de prohibir que los transexuales sirvan “en ninguna capacidad” en las Fuerzas Armadas de EU.

“Nuestras Fuerzas Armadas deben centrarse en la victoria decisiva y arrolladora, y no pueden ser lastradas con los enormes costes médicos y la perturbación que implicarían los tránsgenero”, argumentó Trump en una serie de tres mensajes difundidos en su cuenta de Twitter.

Aunque el presidente dijo haber consultado a sus “generales y expertos militares”, medios estadounidenses matizaron ayer que a Mattis, jefe del Pentágono, le avisaron de la decisión tomada en la víspera del anuncio.

Según The New York Times, detrás de la prohibición de Trump hay la necesidad de aprobar esta semana en el Congreso un paquete presupuestario de 790 mil millones de dólares en defensa al que algunos republicanos se oponían si incluía el tratamiento hormonal a los militares transexuales.

Entre los que protestaron contra la decisión de Trump está Chelsea Ma-
nning, la ex soldado trangénero que filtró a Julian Assange los primeros cables publicados por Wikileaks en 2010 y que fue excarcelada recientemente tras recibir el indulto del ex presidente Barack Obama.

Manning participó ayer en una protesta ante la Casa Blanca y publicó un artículo en The New York Times en el que asegura que los costes del tratamiento hormonal son una excusa, ya que el Pentágono “derrocha miles de millones de dólares cada día en proyectos que se cancelan o que no funcionan”.

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