En una acción que se esperaba desde hace días, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió sanciones contra 13 figuras relacionadas con el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, una nueva vuelta de tuerca para presionar contra el establecimiento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) prevista para este domingo. Maduro tachó de “insolentes las sanciones” y felicitó a los afectados.

Al mismo tiempo, en la Organización de Estados Americanos (OEA), 13 países, entre ellos México, exigieron a Maduro suspender la Constituyente, en un episodio más de la tensión que se vive en la institución hemisférica.

Entre los altos funcionarios —actuales y pasados— a los que se les congelaron bienes en Estados Unidos y prohibió cualquier tipo de relación económica con ciudadanos estadounidenses están el ministro del Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol; el ministro de Educación, ex vicepresidente y presidente de la Comisión presidencial para la Constituyente, Elías Jaua; el director nacional de la policía nacional bolivariana, Sergio Rivero, y la presidenta del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, Tibisay Lucena, así como el defensor del pueblo, Tarek Saab, por no cumplir con su deber de “defender los derechos humanos” en el país.

Las sanciones fueron divididas en tres rubros: los sancionados por promover las elecciones de la ANC o socavar la democracia o los derechos humanos en Venezuela; los responsables, a decir del Tesoro, de la “violencia y la represión” en las protestas, y la gente relacionada con la petrolera estatal venezolana PDVSA o el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cenocoex), entidades que, según EU, están “fuertemente asociadas” con “la corrupción del gobierno venezolano”.

Para Washington la celebración de la ANC es “una línea roja que, si se cruza, podría suponer el fin de la democracia en Venezuela” y un paso más cerca de consolidar una “dictadura”.

“Si Maduro impone la asamblea, Estados Unidos tomará acciones económicas”, alertó un funcionario estadounidense, quien pidió el anonimato. “Las acciones de hoy son parte de un redoble de tambores que hemos estado siguiendo y un recordatorio [al gobierno venezolano]”, añadió. Eso deja abierta a la ampliación y endurecimiento de sanciones a futuro y, de hecho, se amenazó con “sanciones económicas inmediatas y fuertes” contra aquellos que decidan “unirse a la ANC”.

Por el momento no se impusieron sanciones al petróleo venezolano, ya que la afectación sería directa al pueblo venezolano y entregaría a Maduro la opción de culpar de la situación a un enemigo externo. La medida fue aplaudida por senadores como el republicano Marco Rubio y el demócrata Robert Menéndez, unas de las voces más resonantes en EU contra el régimen de Maduro.

Además, el gobierno estadounidense aseguró que los activos congelados en febrero al vicepresidente venezolano, Tareck El Aissami, se cuantifican en “cientos de millones de dólares”, “mucho más dinero de lo esperado”, lo que en opinión de los funcionarios estadounidenses es ejemplo claro de la “corrupción y narcotráfico” que existe en el seno del régimen venezolano.

En un acto de gobierno, Maduro condecoró a los sancionados con réplicas de la espada del héroe independentista Simon Bolívar. “Felicitaciones por esta sanción imperialista. Todo el apoyo de Venezuela para esta pretendida ilegal, insolente, insólita pretensión de un país de sancionar a otro país”, dijo, y añadió que no reconoce esas medidas, que considera un “reconocimiento a la moral, la lealtad a la patria, a la honestidad ciudadana”.

La OEA, con sede en Washington, debatió ayer la crisis de Venezuela pero, aunque su secretario general, Luis Almagro, denunció la “tragedia” que vive el país sudamericano, el organismo no logró llegar a un consenso. Sin embargo, 13 países del ente, junto con Almagro, pidieron en una declaración conjunta al régimen venezolano suspender la Constituyente porque “implicaría el desmantelamiento definitivo de la institucionalidad democrática” y “sería contrario a la voluntad popular expresada en la consulta del 16 de julio”, en la que 7.5 millones de venezolanos rechazaron la Asamblea Constituyente.

Anoche, México y Colombia emitieron un comunicado conjunto en el que lamentaron que las autoridades de Venezuela recurran a información falsa “para distraer la atención sobre la grave situación por la que atraviesa ese país”.

“No es momento de distracciones sino de buscar soluciones. Con pleno respeto de la soberanía de Venezuela, nuestros gobiernos [México y Colombia] reiteran su voluntad de contribuir en todo lo que ayude al pueblo venezolano a restablecer el orden democrático”. Con información de agencias

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