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La oposición venezolana convocó ayer a un paro cívico nacional de 24 horas el próximo jueves como parte de una “ofensiva final” para obligar al presidente Nicolás Maduro a dar marcha atrás en la elección, el 30 de julio, de una Asamblea Constituyente. Estados Unidos, la Unión Europea y los ex presidentes latinoamericanos que viajaron para respaldar el plebiscito opositor se sumaron al llamado a frenar el proceso para cambiar la Carta Magna de Venezuela, al considerar que el resultado del domingo es un mensaje “inconfundible” contra el gobierno.
Animada por 7.2 millones de votos del plebiscito simbólico del domingo contra Maduro, la oposición anunció el inicio de la “Hora Cero”, estrategia con la que espera presionar un desenlace del conflicto tras casi cuatro meses de protestas que dejan 96 muertos.
El anuncio lo hizo el vicepresidente del Parlamento, Freddy Guevara, quien habló como portavoz de la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática y adelantó que el miércoles se harán públicos los primeros pasos para “conformar un gobierno de unidad nacional”.
“Convocamos a todo el país a que este jueves asumamos en protesta pacífica y sin violencia un paro cívico nacional activo de 24 horas como mecanismo de presión y preparación para la escalada definitiva que será la próxima semana, enfrentar el fraude Constituyente y lograr la restitución del orden constitucional”, dijo.
La MUD firmará el miércoles un compromiso para un futuro “gobierno de unión nacional” y el Parlamento, de mayoría opositora, nombrará el viernes a nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), al que acusa de dar un “golpe de Estado” con fallos que socavaron las facultades del Legislativo.
Para llevar a cabo esta campaña, Guevara convocó a los ciudadanos a presentarse el miércoles en los puntos de votación donde sufragaron el domingo para conformar 2 mil 20 “comités de la Hora Cero”, que deben servir como “núcleos de organización popular” para intentar parar la Constituyente.
Tras el plebiscito de la oposición, el presidente estadounidense, Donald Trump, expresó en un comunicado que “los venezolanos dejaron claro que apoyan la democracia”, aunque sus acciones son “ignoradas por un mal líder que sueña con convertirse en dictador”.
Destacó que si Maduro impone la Asamblea Constituyente, Estados Unidos “aplicará fuertes y rápidas acciones económicas”. Por lo que exhortó a realizar “elecciones libres y justas” para restaurar la “total y próspera democracia”.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, pidió también que se suspenda la convocatoria a la Asamblea Constituyente, que amenaza con incrementar las tensiones y la violencia en el país.
Los ex presidentes Andrés Pastrana (Colombia), Vicente Fox (México), Jorge Quiroga (Bolivia), Laura Chinchilla y Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), quienes acompañaron la consulta, pidieron a Maduro que “atienda la voluntad del pueblo venezolano que se ha expresado de modo inequívoco en rechazo de la Constituyente ilegítimamente convocada por su gobierno y que proceda a suspenderla”.
El gobierno de Maduro desconoció los resultados del plebiscito, señalando que no es vinculante y que fue “ilegal”. El canciller venezolano, Samuel Moncada, acusó a medios internacionales de “mentir” en la cobertura de la consulta opositora. Recriminó a The New York Times, la BBC, Time, El País, EFE, Reuters y Clarín, entre otros, de exagerar sobre la participación en el referéndum opositor y señaló que “invisibilizaron a los otros millones de personas que estaban votando” en el simulacro de la elección de la Constituyente.