La Casa Blanca ha reforzado su equipo legal ante las nuevas revelaciones de la trama rusa, que implican directamente al hijo mayor del presidente estadounidense, Donald Trump, y que los demócratas van a usar para llevar la investigación a un nuevo nivel. En tanto, el mandatario arremetió de nuevo contra los medios de comunicación, a los que llama “falsos”, por “despreciar” a su primogénito en la cobertura del caso ruso.
Uno de los abogados personales de Trump defendió ayer al hijo del presidente y sugirió que el encuentro había sido autorizado por el Servicio Secreto. Donald Trump Jr., de 39 años, admitió haberse reunido con una abogada rusa en Nueva York durante la campaña presidencial de 2016, para obtener información dañina sobre la candidata demócrata Hillary Clinton.
“Bueno, si esto era perverso, me pregunto por qué el Servicio Secreto permitió que entraran estas personas. El presidente tenía protección del Servicio Secreto en ese momento”, afirmó el miembro del equipo legal de Trump, Jay Sekulow, en el programa This Week de ABC.
En una respuesta, el portavoz del Servicio Secreto, Mason Brayman, afirmó que Trump Jr. no estaba bajo protección del Servicio Secreto al momento de esa reunión.
A la vista de que la investigación de la supuesta injerencia rusa en las elecciones de noviembre pasado, la Casa Blanca anunció el sábado el nombramiento de Ty Cobb como abogado especial del mandatario.
Cobb es un veterano abogado de Washington, ex fiscal federal y con experiencia en investigaciones del Congreso. Además, este fin de semana también se supo que la campaña del magnate, ahora centrada en los esfuerzos para su reelección en 2020, pagó 50 mil dólares a la firma de un abogado que representa a Trump Jr. casi dos semanas antes de la publicación de los correos sobre el encuentro con la abogada rusa.
“Por primera vez”, los ciudadanos tienen una “evidencia clara” de una posible coordinación entre el Kremlin y la campaña de Trump, afirmó ayer Mark Warner, el demócrata de mayor rango del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos.
En varias entrevistas televisivas, comentó que todas estas últimas revelaciones sobre Trump Jr. llevan la investigación en marcha sobre la injerencia rusa “a otro nivel”. Sostuvo que es “un poco increíble” que ni Trump Jr. ni Jared Kushner, yerno y asesor del presidente, informaran al magnate de la reunión con la abogada rusa.
En la misma línea, el legislador demócrata Adam Schiff, quien lidera una investigación paralela en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo en ABC: “No podemos aceptar nada de lo que dice Trump Jr. y, por supuesto, tampoco podemos aceptar mucho de lo que dice al respecto el presidente”.
Trump Jr. ha ofrecido diferentes versiones del motivo de la reunión con la abogada rusa desde que el diario The New York Times informó por primera vez de ella hace ocho días.
El magnate ha defendido a capa y espada a su hijo a través de tuits. “¿Hillary Clinton puede obtener ilegalmente las preguntas del debate y borrar 33 mil correos electrónicos, pero mi hijo Don está siendo despreciado por los medios de comunicación falsos?”, cuestionó.
El sábado Trump calificó de “bulo” las últimas informaciones sobre la injerencia rusa y ayer arremetió contra la prensa, al tuitear: “¡Con todas sus fuentes falsas y no identificadas, y su reporterismo altamente sesgado e incluso fraudulento, los medios de comunicación falsos están distorsionando la democracia en nuestro país!”.
Además, Trump cargó contra una encuesta de la cadena ABC y el diario The Washington Post sobre su popularidad divulgada ayer, al subrayar que durante la campaña, ese mismo sondeo fue “casi el más impreciso” de todos. La encuesta otorga a Trump una aprobación actual de 36%, la más baja en casi 70 años. Además, 48% de los estadounidenses afirma que “desaprueba contundentemente” su actuación en el cargo.