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Cada año Francia invita a un país aliado a participar en las ceremonias conmemorativas del Día Nacional, y este año le tocó a Estados Unidos, al coincidir con el centenario de la entrada del socio trasatlántico en la Primera Guerra Mundial.
Sin embargo, la invitación girada por el presidente francés Emmanuel Macron a su homólogo estadounidense, Donald Trump, va más allá de ver desfilar a soldados y conmemorar la larga relación bilateral.
La primera visita del inquilino de la Casa Blanca a París forma parte de una estrategia cuidadosamente diseñada por Macron y los fundadores de La República en Marcha, quienes son considerados “genios de la comunicación” y pretenden utilizar el encuentro para posicionar a Francia ante el reacomodo de fuerzas a nivel global, coinciden expertos consultados por EL UNIVERSAL.
“La dimensión simbólica de la presencia de Trump en el Día de la Bastilla es muy importante. Este es el primer desfile de Macron como presidente y Francia es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, así como una potencia nuclear y militar, la única con peso en la Unión Europea (UE) desde el Brexit”, sostiene Barthélémy Courmont, director de investigaciones del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de Francia.
“Así que el mensaje de Macron es claro, y no se limita a Trump: Francia tiene la intención de potenciar su posición diplomática-militar y su independencia estratégica; qué mejor manera que apareciendo como anfitrión y junto al presidente de EU”, continúa.
Pero sobretodo, Macron pretende usar la visita de Trump para posicionar a Francia como líder en la Unión Europea, moviendo el centro de gravedad de Berlín a París.
Este objetivo busca lograrlo convirtiéndose en el principal interlocutor de Washington, ante la política aislacionista estadounidense y el distanciamiento que hay entre el magnate y la canciller alemana Angela Merkel, quien antes del arribo del centrista a la presidencia francesa era la única voz de peso en el bloque comunitario.
“Macron todavía está tratando de convencer a Trump para que reconsidere su decisión de abandonar el Acuerdo de París sobre el cambio climático y considera que un encuentro bilateral es la mejor opción”, explica Courmont.
“Si se equivoca, que es lo más probable, podrá exponer sus diferencias frente al huésped y aprovechar el aislamiento de EU sobre esta vital cuestión. En ambos escenarios, se posiciona como principal interlocutor de Trump sobre el clima y refuerza la visibilidad de Francia”, indicó el experto. Gaspard Estrada, politólogo de la Universidad Sciences Po de París, piensa que el plan de Macron es alcanzable, siempre y cuando siga manteniendo su estilo: el de hablar con franqueza.
El analista recuerda que ya recibió en Versalles al presidente ruso Vladimir Putin, a quien le plantó cara, lanzando cuestionamientos sobre la persecución de homosexuales en Chechenia y la utilización de los medios Rusia Today y Sputnik como instrumentos de propaganda oficial.
“Si él sigue por ese camino tendrá puntos a su favor (…) Los franceses esperan que salga en defensa del multilateralismo, el sistema de Naciones Unidas y de la importancia del comercio; también que rechace nuevamente el muro en la frontera con México”, consideró.
Para Estrada, Macron se encuentra en una fase delicada. Tiene que salir de la postura de candidato y volverse presidente, y para ello tiene que dar resultados, principalmente en el ámbito económico y del empleo; el paro juvenil supera el 25%.
La relación horizontal con Donald Trump le permitirá seguir centrando la atención, en este arranque de presidencia, en el ámbito internacional, “una estrategia diseñada a propósito para no cometer el mismo error de sus predecesores, quienes en coto tiempo agotaron el capital político de su elección por falta de rápidos resultados en el terreno económico”, dijo Estrada.
Debido al carácter impredecible, los estudiosos no ven cómo Trump pueda rentabilizar su tercera visita a Europa como presidente, más allá de que sea usada como otro distractor a los múltiples escándalos y problemas que enfrenta en casa.