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Un juez decidirá hoy si acepta o rechaza el pedido de la fiscalía de prisión preventiva por 18 meses para el ex presidente peruano Ollanta Humala y su esposa, Nadine Heredia, por presuntos aportes irregulares de la empresa brasileña Odebrecht a su campaña electoral en 2011.
Humala calificó el pedido fiscal de “medida abusiva y sorpresiva” en su primera reacción a la prensa, alegando que siempre han cooperado con las investigaciones desde que se iniciaron hace tres años. La pareja es acusada de los delitos de lavado de activos y asociación ilícita para delinquir.
“Somos los principales interesados en que esto se aclare”, indicó el ex presidente (2011-2016), quien calificó la situación de una “persecución política”, supuestamente orquestada por un sector del Congreso y de la prensa. “No hay pruebas (...), sólo hay imputaciones sin corroborar”, se defendió.
El Poder Judicial precisó en un comunicado que “el pedido de encarcelamiento formulado por el Ministerio Público es por un plazo de 18 meses”. El juez encargado del caso, Richard Concepción Carhuancho, aclaró en una resolución judicial que “la audiencia tendrá carácter de inaplazable”, lo que equivale a que se realizará de todos modos.
No está claro si los Humala asistirán, ya que la pareja podría estar representada por sus abogados. El propio Humala dejo entrever esa posibilidad, indicando que se ceñirá a la recomendación de su defensa. La decisión del juez podría tomarse el mismo miércoles o en un lapso de 48 horas, según antecedentes de otros casos.
La solicitud de prisión preventiva no sólo se basaría en el testimonio del empresario brasileño Marcelo Odebrecht, quien aseguró al fiscal provincial Germán Juárez haber entregado tres millones de dólares para la campaña electoral de Humala, sino también en las declaraciones de otros colaboradores que habrían presentado pruebas a la fiscalía sobre la entrega de dinero a la pareja, según la prensa local.
Humala ha negado que Odebrecht o el Partido de los Trabajadores de Brasil (PT), ambos implicados en un escándalo de corrupción en Brasil, financiaran su campaña electoral en 2011. Ni él ni su esposa tienen prohibición para salir del país, aunque él tiene que solicitar primero la autorización del juez para hacerlo.
Por otra parte, el presidente peruano Pedro Kuczynski se reunió en la casa de gobierno con Keiko Fujimori para darle oxígeno a una agria relación que se tensó hace un año tras la derrota de ella en los comicios presidenciales. Tras un encuentro de más de tres horas, Fujimori dijo a la prensa que se tocaron los “temas más importantes y los problemas más graves del país”. Asimismo, informó que hablaron sobre la reconstrucción del país tras los estragos causados por el fenómeno climático El Niño Costero y la lucha contra la corrupción.
Analistas creen que el objetivo real de la conversación fue buscar un acuerdo que permita gobernar a Kuczynski, cuyo partido tiene apenas 17 escaños en un Parlamento dominado por 72 legisladores fujimoristas. Se desconoce si hablaron de la posibilidad de indultar al ex mandatario Alberto Fujimori, padre de Keiko y condenado a 25 años de prisión.
