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Un costarricense
que se casó con un mexicano en México anunció hoy que está luchando para que su unión matrimonial sea reconocida legalmente en Costa Rica y advirtió que está dispuesto a llevar el caso hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte—IDH) para lograr modificar la legislación de este país .
El costarricense Julio César Monge
, de 25 años, contrajo matrimonio con el mexicano Iván Rivera , de 33, en enero de 2015 en México y la pareja se presentó en abril de 2017 ante la embajada de Costa Rica en la capital mexicana para tratar de que su matrimonio quedara también inscrito en el Registro Civil , una instancia estatal de esta nación que es la responsable de llevar todas los controles legales en esa materia.
Sin embargo, el Registro rechazó la petición, basado en el artículo 14 del Código de Familia de Costa Rica que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.
En mayo de 2017, Monge y su abogado, el costarricense Freddy Gamboa, apelaron la resolución y en junio pasado el Registro volvió a denegar la solicitud.
El recurso fue presentado ahora ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE). Si esa institución también niega la gestión, Monge planea acudir luego a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y, si tampoco hay resultados positivos, insistirá posteriormente en vías judiciales internacionales.
“Para mí fue muy difícil dejar a mi familia, mi país, mi trabajo, mis estudios todo prácticamente por estar con la persona que yo había deseado y porque el país no me ha dado la oportunidad”, dijo Monge, en rueda de prensa hoy en esta capital.
Monge advirtió que “hay muchas personas en Costa Rica que son extranjeras y no pueden casarse (con personas del mismo sexo) y están en una situación migratoria hasta un poco complicada”.
Informó que el Registro alegó que se carece de una “norma habilitante” y que el Código plantea que “es legalmente imposible casar a parejas del mismo sexo”. En México, donde una unión de ese tipo es legal, “podemos adoptar, tenemos todos los derechos de un matrimonio, pero en Costa Rica aparezco como soltero”, relató, al comentar que como pareja tienen planes de trasladarse a vivir en suelo costarricense.
Por su parte, el abogado Gamboa aseguró que Costa Rica es firmante de la Declaración Universal de Derechos Humanos, emitida el 10 de diciembre de 1948, y que ese instrumento del derecho internacional, que a su juicio permite el matrimonio homosexual, debe ser respetado por el Estado costarricense porque fue ratificado por este país.
“Es inconcebible que en este momento histórico del siglo XXI los derechos humanos sean pisoteados y las declaraciones y jurisprudencia internacional el Estado de Costa Rica no los valide”, afirmó.
Gamboa y Monge confirmaron que tampoco cesarán en sus gestiones y recurrirán a todas las vías legales, como la Corte—IDH, para que esa instancia autónoma de la Organización de Estados Americanos (OEA) con sede en esta capital, dicte una resolución vinculante que obligue a Costa Rica a hacer las reformas necesarias a su legislación en materia de familia.
Activistas costarricenses de la comunidad lésbica, gay, transgénero y bisexual afirmaron que Costa Rica tiene la estructura jurídica para que se reconozca el derecho de las uniones de parejas del mismo sexo. Gran cantidad de gestiones para lograr ese objetivo han sido realizadas sin éxito en los últimos años.