En un hecho inusual y, de acuerdo con medios, a petición expresa del interesado, el Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos difundió ayer la declaración previa a la comparecencia de hoy, en la que Comey hablará de las investigaciones que como director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) encabezó sobre las relaciones entre el equipo de campaña de Trump y el Kremlin (Rusiagate) y de la forma en que fue sorpresivamente destituido del cargo hace un mes.

El documento de siete páginas es un repaso cronológico de la relación que el ex director del FBI tuvo con el presidente entre el 6 de enero hasta el 11 de abril. El texto confirma lo que medios han ido señalando, en el sentido de que Trump habría tratado obstruir la investigación sobre los nexos de Flynn con el Kremlin. Un cargo que, de confirmarse, podría llevarlo a ser sometido a juicio político e, incluso, a una eventual destitución.

Comey sostiene en su escrito que en su primera reunión con el aún presidente electo, en la Torre Trump, se quedó solo con éste para “informarle de aspectos personales sensibles reunidos” acerca de la presunta injerencia rusa en la elección presidencial de EU. El director del FBI señala que “me sentí en la obligación de reflejar por escrito en una nota mi primera conversación con el presidente electo... A partir de allí tomé el hábito de conservar apuntes de mis conversaciones personales con el señor Trump”.

Luego, durante una cena el 27 de enero, ya siendo presidente, Trump habría dicho a Comey, según la declaración escrita: “En cierto momento, el presidente me dijo ‘necesito lealtad, espero lealtad’. Yo no reaccioné, hablé o cambié mi expresión para nada durante el incómodo silencio que se produjo. Simplemente nos miramos en silencio... Respondí: ‘Siempre tendrá honestidad de mi parte’. Luego de una pausa dijo: ‘Eso es lo que quiero, lealtad honesta’. Hice una pausa y dije: ‘Eso, lo tendrá”.

El ex director del FBI también ratificó que el 14 de febrero, un día después de la renuncia de Flynn, Trump le dijo que el ex asesor “no había hecho nada malo al hablar con los rusos, pero que debió despedirlo porque había engañado al vicepresidente —al no revelarle tales nexos—... Luego dijo: ‘Espero que usted pueda encontrar una forma de abandonar esto, de dejar a Flynn. Es un buen hombre. Yo sólo respondí: ‘Es un buen hombre’... No dije que ‘yo abandonaría’... Comprendí que el presidente nos pedía abandonar toda investigación sobre Flynn en relación con las falsas declaraciones sobre sus conversaciones con el embajador ruso [Sergey Kislyak] en diciembre [de 2016]. Yo no interpreté que el presidente hablaba de la investigación más amplia sobre Rusia o posibles nexos con su campaña”.

Comey afirma que poco después de eso, “hablé personalmente con el fiscal general [Jeff] Sessions... Aproveché la ocasión para implorarle que impidiera toda futura comunicación directa entre el presidente y yo. Él no me respondió”.

Comey confirma también que el presidente describió la investigación sobre Rusia como “una nube” que le impedía trabajar por el país y que le insistió en que él “no había hecho nada malo, y esperaba que yo encontrara la manera de decir que nosotros no investigaríamos sobre él”. Comey dice que en tres ocasiones le dijo a Trump que él no era parte, personalmente, de la investigación, algo por lo que Trump le agradeció en su carta de destitución.

El testimonio no revela novedades a lo que medios han ido publicando poco a poco, pero el hecho de que por propia voluntad Comey confirme todos los detalles sabidos da un grado más de veracidad a todo lo que por ahora eran rumores o filtraciones.

Una de las cosas más sorprendentes es el recuento de interacciones con Trump: nueve conversaciones personales en sólo cuatro meses, tres en persona y seis por teléfono. Con Barack Obama, con quien Comey coincidió tres años, sólo se vio un par de veces.

Marc Kasowitz, abogado privado de Trump, dijo que éste se siente “totalmente reivindicado” por el hecho de que Comey “haya finalmente confirmado públicamente sus informes privados de que el presidente no era investigado en ninguna pesquisa relacionada con Rusia”.

El vicepresidente Mike Pence canceló una entrevista a la televisión pública minutos después de que estallara la noticia. Con información de agencias

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