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El papa Francisco analizará la grave crisis política y social que azota Venezuela en una reunión el jueves en el Vaticano con importantes jerarcas de la iglesia católica de ese país sudamericano.
La reunión fue solicitada por la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), según explicó a la prensa el portavoz del Vaticano, Greg Burke.
"Desean hablar con el Papa de la situación de Venezuela", precisó Burke en una breve nota.
A la reunión asistirán los cardenales Jorge Urosa Savino y Baltazar Porras así como los obispos Diego Padrón, José Luis Azuaje, Mario Moronta y Hugo Basabe, quienes tendrán la tarea de ilustrar en forma detallada la situación venezolana, la cual se ha agravado en los últimos meses por los choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes, que han dejado hasta ahora 65 muertos y cientos de heridos y detenidos.
En varias ocasiones el papa Francisco ha manifestado públicamente su preocupación por Venezuela tras la ola de protestas iniciadas en abril para exigir elecciones generales y anticipar la salida del presidente Nicolás Maduro, elegido hasta enero de 2019.
"Es una oportunidad para que el episcopado venezolano hable al papa Francisco de manera detallada sobre la crisis en que está inmersa el país", indicó por su parte en un comunicado la CEV.
A finales de abril, a bordo del avión papal que lo condujo a Roma desde Egipto, Francisco advirtió a la prensa que no es fácil ayudar a Venezuela en estos momentos y puso "condiciones claras" para poder poner al gobierno y a la oposición a dialogar.
"Hubo una intervención de la Santa Sede bajo pedido fuerte de cuatro presidentes que trabajaban como facilitadores. Y la cosa no resultó. Quedó ahí. No resultó porque las propuestas no eran aceptadas o se diluían. Eran un sí sí, pero no no", afirmó el Papa.
El pontífice se refería a las gestiones de la Santa Sede a pedido de los ex mandatarios José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (República Dominicana), Martín Torrijos (Panamá) y Ernesto Samper (Colombia) que no dieron resultado en diciembre pasado.
La diplomacia del Vaticano no ha reconocido una mediación en el conflicto entre el gobierno y la oposición, sino que se considera como un "facilitador" del diálogo, según explicaron fuentes vaticanas.
La decisión de Maduro de descartar la celebración de comicios y convocar a una Asamblea Nacional Constituyente "popular", fue rechazada en mayo por los obispos venezolanos por considerarla "peligrosa para la democracia".
La iglesia venezolana ha ido tomando cada vez más posición sobre la situación e instó recientemente a que se celebren "elecciones justas", además de exigir que cese la "represión desproporcionada".
Una salida negociada a la crisis es la vía que el papa argentino prefiere, posición compartida por toda la jerarquía de la Iglesia católica latinoamericana.
"Hacemos un llamado para que se concreten urgentemente soluciones a la actual crisis, por las vías constitucionales y salvaguardando los valores democráticos", señaló en un comunicado el pasado 12 de mayo el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
"Indudablemente es una problemática sumamente compleja a la cual no se le ve salida inmediata, y no corresponde a nosotros proponer salidas, pero sí el pedir a las partes que se mantengan lo más estrictamente posible dentro de los cánones de la ley y de la Constitución y sobre todo que no se recurra a la violencia", explicó en Roma el cardenal colombiano Rubén Salazar, presidente del Celam, la víspera de un encuentro con el Papa.
lsm