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El ex presidente de la Cámara de Diputados Henrique Eduardo Alves, que fue ministro de Turismo en los gobiernos de Dilma Rousseff y Michel Temer, fue arrestado hoy en una operación que investiga desvíos en uno de los estadios que Brasil construyó para el Mundial de futbol que organizó en 2014.
Alves fue detenido en una operación destinada a investigar a sospechosos de corrupción y lavado de dinero por cobrar un sobreprecio de 77 millones de reales (unos 24 millones de dólares) por la construcción del estadio Arena das Dunas de la ciudad de Natal (nordeste), informó la Policía Federal.
El exdiputado, un importante correligionario de Temer en el mayoritario Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y destacado líder oficialista en los gobiernos de Luiz Inácio Lula da Silva y de su sucesora Rousseff, fue arrestado en su residencia particular en Natal, capital del estado de Río Grande do Norte.
La operación fue realizada con base en las confesiones hechas por ejecutivos de la constructora Odebrecht en el marco de un acuerdo de colaboración con la Justicia a cambio de reducciones en sus futuras condenas.
La investigación igualmente está vinculada al gigantesco escándalo de desvíos en la petrolera estatal Petrobras, que adjudicaba contratos amañados a empresas como Odebrecht a cambio de los sobornos pagados por estas compañías a políticos que amparaban las corruptelas.
La operación realizada por la Policía Federal este martes tuvo por objetivo cumplir cinco órdenes de detención, una de las cuales contra Alves y otra contra el también expresidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha, que está preso desde el año pasado y condenado por su responsabilidad en los desvíos de Petrobras.
Los 80 agentes de la Policía Federal que participaron en la operación también cumplieron seis mandatos de conducción coercitiva, cuando el acusado es obligado a acudir a declarar a una comisaría, y 22 de registro en diferentes residencias y oficinas en los estados de Río Grande do Norte y Paraná.
Según los responsables por la investigación, tanto Alves como Cunha solicitaron y recibieron "ventajas indebidas" por favorecer a las dos empresas que se adjudicaron los contratos para la construcción del estadio de Natal.
Los dos parlamentarios fueron acusados de haber recibido las ventajas ilegales tanto en la forma de donaciones electorales para sus campañas electorales en 2012 y 2014 como en la forma de comisiones ilegales directas.
"A partir de las confesiones premiadas en investigaciones que tramitan en la Corte Suprema y gracias al levantamiento de los sigilos fiscal, bancario y telefónico de los involucrados, fueron identificados diversos valores recibidos como donación electoral oficial entre 2012 y 2014, que, en realidad, se trataban de coimas", según el comunicado de la Policía Federal.
Alves, uno de los ministros de Rousseff que Temer mantuvo en su gobierno, fue obligado a renunciar en junio del año pasado luego de que fuera salpicado en un escándalo de corrupción también vinculado a los desvíos de Petrobras.
El entonces ministro fue denunciado por el expresidente de Transpetro Sergio Machado, uno de los involucrados en el escándalo de la petrolera, en el marco de un acuerdo de colaboración con la Justicia.
Machado denunció que entregó dinero procedente de la corrupción a una veintena de políticos de cinco formaciones y, sobre todo, del PMDB, la formación de Temer y Alves.