La ex presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) competirá como precandidata a senadora en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias que se realizarán el 13 de agosto próximo, informó ayer la prensa de ese país.
Fernández de Kirchner finalmente confirmó su postulación en representación de Unidad Ciudadana, la agrupación que presentó el pasado martes en un masivo acto popular, destacaron el portal de noticias del diario La Nación y el canal Todo Noticias, entre otros medios.
Un portavoz del partido confirmó también la postulación de Fernández y la del ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli.
La ex mandataria encabezará una lista de candidatos en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, secundada por Jorge Taiana, quien fue ministro de Relaciones Exteriores entre 2005 y 2010 y preside actualmente el Parlasur.
De lograr ser candidata, la ex mandataria competirá por un lugar en el Senado de Argentina, en las elecciones de medio término de octubre, que serán decisivas para la intención del actual presidente Mauricio Macri de profundizar sus políticas liberales.
Con el lanzamiento del partido de Fernández de Kirchner, se formó en el país un frente electoral de centroizquierda independiente del peronismo, en el que ella militó por décadas.
Los analistas políticos destacan que la división del peronismo opositor favorece al oficialismo, que para llegar al poder a fines de 2015 debió afrontar un muy reñido balotaje.
Si bien no se espera que las elecciones legislativas modifiquen el equilibrio de fuerzas en el Congreso, donde ningún partido cuenta con mayoría, tendrían un amplio impacto simbólico para Macri, quien podría buscar su reelección en 2019.
Los sondeos de opinión aún muestran resultados dispares de cara a los comicios, en los que se renovará un tercio del Senado y casi la mitad de la Cámara de Diputados.
El desafío de Macri en esos comicios será conservar su condición de segunda fuerza parlamentaria y ampliar sus bancadas con aliados centristas. Su mayor obstáculo es que la economía sigue estancada, con caída del consumo, las exportaciones y la producción industrial, salvo la de cemento, mientras que el déficit fiscal aumenta tanto como el multimillonario endeudamiento para financiarlo y no cesan los despidos con cierres de fábricas y comercios.
La imagen de Macri, de 58 años, cayó 20 puntos desde que asumió con 65% hace 18 meses, pero aún cuenta con un electorado fiel que rechaza a Kirchner, cuya fuerza radica en los distritos obreros y de clase media baja que rodean a la capital argentina.