El devastador incendio que causó al menos 79 muertos en una torre de viviendas de Londres el miércoles de la semana pasada no fue intencional, sino que fue causado por un frigorífico defectuoso, informó ayer la superintendente Fiona McCormack, de la Policía Metropolitana Scotland Yard.
De esta manera, la investigación del incendio en la Torre Grenfell, de 24 plantas, confirma las sospechas de expertos sobre la catástrofe. Además, se cree que el material inflamable usado en el revestimiento de la fachada contribuyó a que las llamas se propagaran rápidamente por todo el edificio.
El revestimiento y el aislamiento no superaron los tests de seguridad realizados durante las investigaciones. La policía quiere determinar ahora si el uso de dos materiales era ilegal.
La policía considera presentar una denuncia por homicidio involuntario. Bajo la lupa están todas las empresas que participaron en la construcción y en la reciente renovación de la Torre Grenfell, indicó la superintendente.
Las autoridades han decomisado documentos de varias organizaciones y están investigando si se cometieron violaciones de las normas generales de seguridad y de protección antiincendios, agregó. En el devastador incendio de la torre perdieron la vida al menos 79 personas; sin embargo, sigue sin estar claro cuánta gente había en realidad en el interior del edificio al momento del fuego.
El gobierno británico informó que al menos otros 11 edificios en Reino Unido tienen revestimiento inflamable, entre ciudades como Manchester y Plymouth. Ayer comenzó el desalojo de las personas que viven en cinco torres de edificios en Londres para que se realicen “trabajos urgentes de seguridad ante incendios”, informaron autoridades locales. Los ocupantes de las alrededor de 800 casas serán trasladados a alojamientos temporales.