Tres marroquíes
, entre ellos un presunto miembro de la organización yihadista Estado Islámico (EI) que "presentaba un perfil extremadamente peligroso", fueron detenidos en Madrid , dos días antes de la celebración de la Worlpride , anunció este miércoles el gobierno español.
La Worldpride es el mayor evento mundial de reivindicación de los derechos del colectivo de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT).
Madrid espera recibir a unos dos millones de visitantes hasta el 2 de julio.
Según el comunicado del ministerio del Interior, los tres marroquíes, de 32, 33 y 38 años de edad, vivían juntos en el barrio de Delicias, en el sur de Madrid.
El principal sospechoso, en "avanzado estado de radicalización", había "recopilado un importante arsenal ideológico y electrónico compuesto por numerosos manuales específicos en terrorismo yihadista, algunos muy significativos como el Manual para el terrorista suicida o el Manual para la Yihad Electrónica".
El joven intentó "captar a personas de su entorno próximo" y "estaba iniciando en estas prácticas" a los otros dos detenidos.
Tiene además "un perfil extremadamente peligroso, coincidente con el de los terroristas recientemente implicados en los atentados en Reino Unido o Francia", añade el comunicado de Interior.
Desde hace dos años, España está en el nivel 4 de alerta antiterrorista, sobre una escala de 5.
En 2016, 69 personas fueron detenidas en el marco de la lucha contra el terrorismo islamista, y en lo que va de 2017 más de 35, según un balance del ministerio publicado en su web el 2 de junio.
Las detenciones de este miércoles fueron efectuadas en la noche por unos diez policías de élite, pertrechados de cascos y armas, de acuerdo con un video difundido por el ministerio.
España, tercer destino turístico mundial, se ha visto hasta ahora a salvo de la ola de atentados del EI en países europeos vecinos como Francia, Bélgica, Reino Unido y Alemania.
Madrid sufrió no obstante el 11 de marzo de 2004 los peores atentados islamistas cometidos en suelo europeo, cuando 191 personas murieron víctimas de una serie de explosiones en trenes de cercanías.
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