Las autoridades británicas revelaron ayer la identidad del hombre arrestado por haber atropellado a varios musulmanes cerca de una mezquita de Londres la madrugada del lunes, en lo que la ultraderecha describió como un “acto de venganza” tras los recientes atentados perpetrados por yihadistas. La primera ministra Theresa May prometió combatir por igual todo terrorismo, en respuesta al atentado que dejó un muerto y 10 heridos.
El sospechoso de haber atropellado a los fieles que se congregaban ante la mezquita londinense del Parque Finsbury fue identificado como Darren Osborne, de 47 años, nacido en Singapur, pero se crió en el sudoeste de Inglaterra y vivía en Cardiff, en Gales, según dijo ayer la BBC. El hombre fue arrestado inicialmente por intento de asesinato, pero ahora se le considera también sospechoso de “cometer, preparar o instigar el terrorismo”, explicó la Policía Metropolitana de Londres, Scotland Yard.
El hombre arrolló con una furgoneta a un grupo de personas que estaba en la acera, frente al centro religioso, en un ataque en el que una persona murió y 10 resultaron lesionadas, dos de ellas de gravedad. Testigos afirman que el sujeto gritaba “voy a matar a todos los musulmanes”, mientras repartía puñetazos.
Aunque la policía no ha encontrado nexos de Osborne con la ultraderecha, medios británicos informaron que el sospechosos utiliza una cuenta de Twitter sólo para retuitear comentarios de líderes del partido ultraderechista Britain First. Adam Lloyd, líder del Frente Nacional Sur de Gales (SWNF, por sus siglas en inglés), un grupo de extrema derecha, dijo que “aunque nunca condonaremos o aceptaremos este tipo de ataques violentos, cualquiera que piense correctamente verá que este no es un ataque terrorista, sino un acto de venganza”.
El sospechoso, padre de cuatro hijos y separado desde hace medio año, fue retenido por personas que se encontraban en la zona y arrestado poco después por la policía. Mohammed Mohmoud, imán de la mezquita londinense, explicó que él y un grupo de fieles evitaron que el sospechoso fuera apaleado por la multitud. Las fuerzas de seguridad registraron ayer una vivienda cerca de Cardiff donde se presume vive el agresor.
De acuerdo con el diario The Guardian, vecinos de Pentwyn, donde Osborne vivía desde hace muchos años, lo describieron como un hombre “agresivo” y “raro”. Recientemente fue sacado de un bar local por emborracharse, “maldecir a los musulmanes y decir que les haría daño”.
El subcomandante Neil Basu, de la Policía Metropolitana de Londres, afirmó que todas las víctimas del ataque son musulmanes y anunció que se desplegarán patrullas adicionales para proteger a los fieles que celebran estos días el mes sagrado del Ramadán. “Es claramente un ataque contra los musulmanes”, afirmó Cressida Dick, directora de la Policía Metropolitana.
May visitó el lugar del ataque y se reunió con representantes de varios grupos religiosos en la mezquita del Parque Finsbury. El atentado “es un recordatorio de que el terrorismo, el extremismo y el odio adoptan muchas formas y nuestra determinación a la hora de combatirlo debe ser la misma, sea quien sea el responsable”, dijo May a las puertas de su residencia de Downing Street.
“Ha habido demasiada tolerancia con el extremismo en este país, incluyendo la islamofobia”, explicó la premier, quien aseguró que “este tipo de odio y de maldad nunca vencerán” y Reino Unido no se dejará dividir por lo ocurrido.
El jefe de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, quien también visitó la zona del incidente, dijo que estaba “totalmente conmocionado” por este suceso, que ocurrió en la circunscripción por la que es diputado. En tres meses Londres ha sufrido tres atentados y un incendio colosal en un bloque de viviendas sociales, que han dejado decenas de muertos y heridos.