Estados Unidos busca "afinar y aclarar" el marco de la lucha contra el narcotráfico en América Latina y en ese sentido analiza "ajustes" a la Iniciativa Mérida, dijo hoy a Efe Luis Arreaga, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL).
Se trata de poner énfasis en el combate a "los flujos financieros del crimen trasnacional organizado", dijo Arreaga, cuya oficina depende del Departamento de Estado, en una entrevista en Miami.
El funcionario precisó que la idea de los secretarios de Estado y de Seguridad Nacional, Rex Tillerson y John Kelly, respectivamente, es "afinar y tener un enfoque un poco más claro", que incluye el seguimiento al "modelo de negocios de las redes criminales para desarticularlo, dañarlo de una forma más efectiva".
Ello, dijo, incluye el rastreo del lavado de dinero y el fortalecimiento de la extinción de dominio de los bienes de narcotraficantes, especialmente en países como Colombia y México.
Arreaga indicó que tanto el Gobierno de EU como el de Colombia han reconocido no sólo el aumento del consumo de drogas en el primero, sino el de la producción de coca en el segundo.
"Consideramos que ese aumento es un mensaje contundente y claro que tenemos un desafío que debemos abordar juntos", manifestó.
Señaló que ambas naciones trabajan en un nuevo plan como parte de los acuerdos de paz en Colombia, para el que Estados Unidos ha asignado 143 millones de dólares este año y el cual incluye la interdicción y sustitución de cultivos.
Sobre la certidumbre de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) cumplan con los acuerdos de dejar el narcotráfico, Arreaga dijo que EU tiene "plena confianza" en el Gobierno colombiano, por los "veinte años que han trabajado juntos".
"El Gobierno de Colombia está diseñando una estrategia como parte de los acuerdos de paz y nosotros estamos dispuestos a apoyarla, el plan está bien armado", indicó.
Sin embargo, precisó, que seguirlo requerirá de "flexibilidad" de ambas partes.
Arreaga señaló, por otro lado, que EU analiza "ajustes" a la Iniciativa Mérida contra las drogas en México y Centroamérica, enfatizando el interés del presidente Donald Trump en la lucha contra "el crimen trasnacional organizado".
Pero aclaró que es un trabajo que harán junto con México, país con el que tienen una cooperación en términos de narcotráfico que "no tiene precedentes".
En cuanto al muro que Trump piensa construir en la frontera, el subsecretario adjunto recordó que los presidentes de ambos países declararon públicamente sus desacuerdos al respecto, pero que también públicamente mostraron su interés de conversar y llegar a un acuerdo.
Por otro lado, Arreaga señaló que más allá del "enfoque policial", EU seguirá trabajando con los Gobiernos de la región en programas de asesoría judicial, policial y penitenciaria "para fortalecer la confianza" de la ciudadanía en estas instituciones.
"Se trata de establecer sistemas judiciales que funcionen bien" a través de capacitación a jueces, fiscales, expertos penitenciarios y de establecer la figura del "defensor público".
Arreaga puso como ejemplo de la cooperación con la región una graduación de policías guatemaltecos y hondureños entrenados en EU que se realiza hoy en Miami y a la que él acudirá.
El subsecretario adjunto dijo que la política estadounidense contra el narcotráfico es "sencilla": reducir la demanda y la oferta", pero con un enfoque "integral", visto como un problema de salud pública y de apoyo logístico a la región.
El subsecretario de la INL matizó que se trata de un marco dado por acuerdos internacionales en la ONU, en los que "ya no se trata al consumidor como un criminal, sino como una persona enferma".
Arreaga afirmó que una de las prioridades del INL es abordar el incremento del consumo de opioides en EU, que ocasionó en 2016 la muerte de unas 30.000 personas por sobredosis.
Indicó que 90 personas mueren diariamente en el país debido al consumo de heroína y la mezcla de esta droga con sustancias psicoactivas como el fentanilo, el carfentanil y muchas otras.
INL, finalizó, se concentra en trabajar con los gobiernos de México, de donde proviene cerca de 95 % de la heroína que se consume en el país, y China, fuente de los productos sintéticos que están siendo mezclados con ésta droga.
lrs