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Un incendio iniciado durante la noche arrasó un edificio residencial en Londres el miércoles, mató al menos a 12 personas y causó lesiones a 79 , 18 de ellas se encuentran en estado crítico, informó la policía. Testigos dijeron haber visto a algunos residentes saltando o lanzando bebés y niños por las ventanas de la torre de 24 pisos , hacia la gente en la calle, en un intento desesperado por salvarlos de las llamas.
"Escuché gritos por todos lados y vi gente saltar desde las ventanas. Las llamas devoraban la torre. Era un horror", contó a la AFP Khadejah Miller que vive en un edificio aledaño y que fue evacuado por precaución.
Las llamas iluminaron el cielo nocturno y una gruesa columna de humo se alzó desde las ventanas de la Grenfell Tower en North Kensington , donde más de 200 bomberos combatían el incendio. Una pluma de humo surcaba kilómetros de cielo después del amanecer, cuando apareció la ruina ennegrecida del edificio donde persistían algunos focos de incendio 12 horas después.
La gente atrapada por las llamas y el humo golpeaba las ventanas y clamaba por socorro a los que miraban desde las aceras, dijeron testigos y sobrevivientes. Uno de los vecinos dijo que no se escuchó la alarma de incendios.
“La gente empezaba a aparecer en las ventanas, dando golpes y gritando en frenesí. Las ventanas estaban un poco abiertas, una mujer hizo gestos de que iba a lanzar a su bebé y que si alguien podía atraparlo. Alguien lo hizo, un caballero corrió hacia delante y logró alcanzar al bebé ”, aseguró la mujer.
Varias personas en el lugar dijeron que no habían podido contactar con amigos y familiares que estaban dentro cuando comenzó el incendio. Otros dijeron que habían visto gente utilizando linternas y celulares para hacer señales y pedir ayuda desde los pisos superiores.
Nassima Boutrig, que vive enfrente, dijo que la habían despertado las sirenas y una humareda tan densa que también había llenado su casa.
“Vimos a la gente gritar”, dijo. “Mucha gente decía ‘Ayuda, ayuda, ayuda’. La brigada de bomberos sólo pudo ayudar abajo. El fuego subía, subía. No podían parar el fuego”.
Boutrig dijo que el hermano de una amiga suya vivía en el edificio con su esposa y sus hijos, y que su amiga aún no había descubierto si estaban bien.
Algunos sobrevivientes describieron escenas de confusión y recomendaciones contradictorias a los vecinos, a muchos de los cuales se les había dicho antes que en caso de incendio permanecieran en sus apartamentos.
“No había alarmas de incendios”, dijo Edward Raffarin, de 55 años, que fue alertado por un vecino de que huyera. “Había mucho humo en el pasillo. No podía encontrar las escaleras”.
Otros buscaban información en centros improvisados en iglesias y centros recreativos. En la iglesia de St. Clemens, donde se reunieron vecinos evacuados de los edificios cercanos, Hadra Hassad intentaba encontrar a una de sus amigas más cercanas, que vivía en el piso 21. Hassad dijo creer que una de las hijas de su amiga estaba en el hospital, pero no sabía cuál.
Los bomberos continúan trabajando para refrescar los restos todavía humeantes de la torre residencial de 24 plantas en el oeste de Londres que fue devorada anoche por un incendio en el que han muerto al menos 12 personas y 78 resultaron heridas, y cuya causa aún no se conoce.
La policía teme que la cifra de víctimas mortales aumente a medida que se inspeccione a fondo la torre Grenfell , donde se encontraban entre 400 y 600 personas cuando el fuego comenzó a extenderse, pasada la medianoche.
Durante la noche, los testigos describieron escenas de pánico en la torre ante un incendio que los bomberos han descrito como "sin precedentes" en Londres "en cuanto a intensidad, velocidad y expansión" del fuego.
Los vecinos narraron cómo vieron luces de teléfonos móviles y linternas en los pisos superiores, donde podrían haber quedado atrapadas personas que pedían ayuda, mientras que varios adultos lanzaron a niños por las ventanas en un intento de salvarles la vida.
Samira Lamrani, residente en el inmueble, relató cómo desde la calle podía ver a "gente en las ventanas, golpeando frenéticamente y gritando", mientras otros desde la calle intentaban tranquilizarles.
*Con información de agencia
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