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La comunidad internacional tiene la responsabilidad de acompañar una nueva negociación y verificar el cumplimiento de acuerdos para solucionar el conflicto venezolano, dijo ayer el canciller mexicano Luis Videgaray en una posición compartida por otros 13 países.
Aunque la reunión de cancilleres de países miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre cómo solucionar la crisis política, económica y social que se vive en Venezuela concluyó ayer sin consenso, México mantiene firmes los puntos “esenciales” para una resolución. Videgaray fue contundente en detallar cinco elementos fundamentales que deben estar presentes en la posición de la OEA ante la crisis venezolana: el restablecimiento de un calendario electoral, el respeto de la
Asamblea Nacional, la liberación de presos políticos, el fin de tribunales militares y la reconsideración de los términos de la Asamblea Constituyente. “Son elementos fundamentales para alcanzar un acuerdo”, dijo.
México encabeza un grupo de 14 países completado por Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Estados Unidos, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay con una posición común y compartida para una salida a la crisis venezolana que, en palabras del mexicano, es probablemente “uno de los mayores retos para el continente americano”.
Ante la crítica de los aliados de Caracas, que cuestionan el intento intervencionista de este grupo, el canciller mexicano fue contundente: “El principio de no intervención no puede invocarse como un pretexto para ser indiferente ante una realidad evidente, una realidad extraordinariamente grave que es la ruptura del orden democrático”. Señaló circunstancias “extraordinarias” que “no nos permiten ser indiferentes” y que hay que batallar “por la vía diplomática, del acuerdo, de la negociación”.
La presencia de esos cinco elementos se intuyen básicos para que México pueda apoyar una resolución que los países de la OEA siguen incapaces de redactar de forma común. Ayer, en la extraordinaria y maratónica reunión de cancilleres, las posiciones se mantuvieron firmes, con dos bloques infranqueables. “Hemos acordado construir una ruta, construir consenso. Lo que hemos acordado es que nos vamos a poner de acuerdo”, djo Videgaray al finalizar la reunión. “El plazo que tenemos es muy claro: que lleguemos a un consenso antes de la Asamblea General” de la OEA, a realizarse en Cancún del 19 al 21 de junio, añadió.
El funcionario mexicano dijo que de no lograr un acuerdo sería “lamentable”, una “oportunidad perdida”. La Comunidad del Caribe (Caricom) presentó una resolución paralela. “Estamos cerca de un consenso (…) Necesitamos tiempo para conseguir el objetivo”, dijo el embajador de Bahamas en la OEA y portavoz de los países caribeños esta ocasión, Elliston Rahming. El gobierno venezolano consideró lo ocurrido en la OEA un “fracaso” de la oposición y del “intervencionismo”.