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Estados Unidos aseguró hoy que está preparando nuevas sanciones contra Corea del Norte por si acaso empeoran sus tensiones con el país asiático, y advirtió que también podría imponer restricciones a "terceros países" cuyas compañías estén haciendo negocios con Pyongyang, una aparente alusión a China.
"Estamos preparando sanciones adicionales por si resulta que las acciones de Corea del Norte merecen sanciones adicionales", dijo el secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, en un discurso a los empleados del Departamento de Estado.
Dos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmara que estaría dispuesto a reunirse con el líder norcoreano, Kim Jong-un, bajo las "circunstancias apropiadas", su encargado de Exteriores quiso rebajar el tono al asegurar que EU "aún" no está preparado para hablar directamente con Pyongyang.
"Seguimos hablando a Corea del Norte sobre cuáles son nuestras intenciones por 'aquí' (en un discurso público), pero no lo hacemos por 'aquí' aún", dijo Tillerson, gesticulando para indicar que el segundo "aquí" se refería a una conversación directa con ese país, con el que Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas.
"Estamos preparados para implicarnos en conversaciones cuando las circunstancias sean adecuadas, pero no vamos a negociar para llegar a la mesa negociadora. Eso es lo que Pyongyang ha hecho los últimos 20 años, hacer que negociáramos solo para que ellos se sentaran" a hablar sobre su programa nuclear, continuó Tillerson.
"Nos sentaremos a ello cuando ellos estén preparados para sentarse, bajo los términos apropiados", agregó, sin profundizar en cuáles serían esas circunstancias.
El jefe de la diplomacia estadounidense también advirtió que Estados Unidos está urgiendo a otros países a implementar estrictamente las sanciones impuestas a Pyongyang por el Consejo de Seguridad de la ONU, "porque nadie las ha implementado por completo".
"Estamos diciendo a los países: 'Estamos vigilando lo que hacen'. Cuando vemos que no están implementándolas, vemos compañías o individuos que están violando las sanciones, vamos a contactarles a ustedes, vamos a pedirles que se ocupen de ello", indicó.
"Y si ustedes no pueden ocuparse de ello o simplemente no quieren por razones políticas internas, nosotros lo haremos. Nosotros les sancionaremos mediante sanciones a terceros países" relacionadas con negocios con Corea del Norte, agregó Tillerson.
Esa fue una aparente alusión a China, dado que el Gobierno de Trump considera que algunos bancos chinos han ignorado las sanciones de la ONU al dar acceso a Corea del Norte al sistema financiero internacional.
No obstante, Tillerson afirmó que la táctica de Trump hacia Corea del Norte "está yendo como esperábamos", y dijo que esa estrategia consiste principalmente en "poner a prueba la suposición de que China tiene una limitada influencia sobre el régimen norcoreano o una voluntad limitada de ejercer esa influencia".
"Eso es lo que estamos haciendo, apoyándonos mucho en China para poner a prueba esa idea" que ha dominado la política estadounidense hasta ahora, apuntó Tillerson.
En cuanto a la relación bilateral con China, dijo que el nuevo B quiere "elevarla" y definir un rumbo para ella "para los próximos 50 años", reduciendo el número de diálogos bilaterales y elevando el rango de los funcionarios que participan en ellos.
lrs