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Los 29 mexicanos que participan en la pacificación de Colombia, como militares o civiles y en desminado, desmovilización y en desarme, o en servicios de salud, y en adiestrar a los colombianos en los detalles del acuerdo que pone fin a más de 52 años de guerra, son protagonistas de una nueva incursión de México en las operaciones mundiales de paz de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Con el despliegue en suelo colombiano en el entorno del pacto de paz suscrito por el gobierno y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en noviembre de 2016, luego de cuatro años de negociaciones, en Cuba, México cumple con su séptima presencia en misiones de paz de la ONU en 70 años.
Un primer grupo de tres militares —el coronel Ramón Guardado Sánchez y el mayor Yamil Emir Kuri Serrano, de Sedena, así como el capitán de fragata Gustavo Castillo Lara, de Semar,— arribó el 25 de junio de 2016 a Bogotá. Los tres, al igual que los restantes 445 observadores militares y policiales, se postularon y se sometieron a un proceso de reclutamiento de la ONU.
La primera presencia de México en una responsabilidad similar ocurrió en los Balcanes y se remonta de 1947 hasta 1950, en lo que fue precisamente la primera operación de paz de lo que entonces era la recién fundada ONU, creada en octubre de 1945 tras la Segunda Guerra Mundial.
En esa misión, con base en Grecia, también participaron observadores militares de Australia, Brasil, Taiwán, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Holanda y Paquistán.
La Comisión Especial de Naciones Unidas para los Balcanes, que operó de 1947 a 1952, ayudó a bloquear la ayuda de Bulgaria, Albania y la entonces Yugoslavia a las guerrillas comunistas griegas.
Una segunda asistencia de México con militares en una acción pacificadora ocurrió en 1949, en el conflicto limítrofe entre India, China y Paquistán por la disputa del territorio de Cachemira, que todavía sigue sin resolver.
La tercera tuvo lugar entre 1992 y 1993 con 120 policías mexicanos en el proceso de paz en El Salvador.
México retornó a las denominadas Operaciones de Mantenimiento de la Paz (OMP) de la ONU en abril de 2015, en lo que el gobierno mexicano describió como una de las expresiones de la responsabilidad global de un Estado y tras el anuncio hecho por el presidente Enrique Peña Nieto en 2014 ante la Asamblea General del organismo internacional.
Actualmente, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Secretaría de Marina (Semar) participan en otras tres misiones de la ONU: la Misión de Estabilización en Haití (MINUSTAH), la Misión para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO) y en la Fuerza en Líbano (UNIFIL).
