Al menos 36 personas resultaron heridas ayer durante una manifestación opositora que se desarrolló en Caracas y que fue dispersada por la fuerza pública. Mientras tanto, el gobierno y la oposición luchaban por tener de su parte la lealtad de las Fuerzas Armadas para alcanzar una solución al conflicto que vive el país.
La alcaldía de Baruta informó en Twitter que el servicio de salud de ese municipio capitalino “atendió a 35 personas durante la manifestación” de ayer. A esa cifra se suma el parlamentario Carlos Paparoni, quien fue impactado por una “metra” (canica) presuntamente disparada por la Guardia Nacional Bolivariana y fue trasladado a una clínica.
El director de Salud Baruta, Enrique Montbrun, explicó a la emisora Unión Radio que atendieron a “personas lesionadas por el impacto de bombas [lacrimógenas], piedras y otros objetos contusos”, mientras otros sufrieron los efectos de los gases.
La oposición venezolana intentó sin éxito movilizarse hacia el monumento a “Los Próceres” en Caracas, situado en cercanías del Fuerte Tiuna, el principal del país. La “Marcha de los Libertadores” fue dispersada por los cuerpos de seguridad. Sin embargo el objetivo, de tocar las puertas en los cuarteles, se cumplió en el resto de país, según dijo el presidente del Parlamento —bajo control opositor—, Julio Borges, quien señaló que “el documento que entregamos a los componentes de la Fuerza Armada en los distintos sitios del país es para sacudir la conciencia de la Fuerza Armada, es para que la Fuerza Armada sepa que en este momento crítico no puede seguir órdenes de quienes están en contra de la Constitución”.
“En este momento crítico la Fuerza Armada está para defender la Constitución”, subrayó, y la invitó a “pensar en una Venezuela que no puede estar signada por la corrupción, la violencia, el crimen, el narcotráfico y la violación de los derechos humanos”.
“No se sigan prestando a ese triste papel de ser guardaespaldas de una putrefacta y corrupta dictadura, los venezolanos estamos hartos del sufrimiento y de la burla”, añade el documento leído por Borge y que busca, explicó, “sacudir la conciencia” del cuerpo castrense, en el marco de las protestas antigubernamentales que ayer cumplieron 56 días.
La oposición no fue la única en apelar a las Fuerzas Armadas. El presidente Nicolás Maduro felicitó ayer mismo a un grupo de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) por “defender la paz”. “Están defendiendo el derecho al futuro ustedes de estos terroristas que los atacan con rolineras [canicas de metal]”, dijo Maduro a cerca de 30 uniformados, según se observa en un video que el mandatario compartió a través de su cuenta en Twitter.
El gesto de Maduro se produjo dos días después de que la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, responsabilizara a la GNB de la muerte del joven Juan Pernalete, ocurrida el 26 de abril en medio de una protesta opositora y que, según la funcionaria, fue producto del impacto de una bomba lacrimógena.
En este contexto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) externó su “profunda preocupación” por el empeoramiento de la violencia en Venezuela e instó “de manera urgente y enfática al Estado a cesar el procesamiento de civiles en jurisdicción militar”.
El uso de la justicia militar para encausar civiles motivó que la propia fiscal Ortega expresara su preocupación por esa situación durante una conferencia de prensa ofrecida el miércoles.