La cumbre del Grupo de los Siete (G7) que arrancó ayer en esta localidad siciliana de Taormina intentó mostrar unidad en la lucha contra el terrorismo, a pesar de las diferencias que existen con el presidente estadounidense, Donald Trump, en cuestiones como el comercio o el cambio climático.

Los países del grupo —Estados Unidos, Reino Unido, Italia, Alemania, Francia, Canadá y Japón— firmaron una declaración sobre la lucha contra el terrorismo, en respuesta al atentado que el lunes dejó 22 víctimas mortales en la localidad británica de Manchester.

La primera ministra británica, Theresa May, agradeció a sus homólogos el apoyo recibido tras el ataque yihadista y subrayó la importancia de que el G7 muestre su firme determinación para garantizar el uso de “toda herramienta disponible para luchar contra el terrorismo y proteger” a la población.

Además, el G7 llamó a las compañías de internet a que “aumenten sustancialmente” sus esfuerzos contra la propaganda terrorista en la web, según la declaración suscrita, que promete “llevar la lucha contra el terrorismo al más alto nivel” y mejorar el intercambio de la información de inteligencia, así como actuar con mayor firmeza para cortar las “fuentes y canales de financiación de los terroristas”.

En contraste, los líderes de los demás países del G7 no lograron convencer a Trump de respaldar el histórico Acuerdo de París sobre el clima, firmado en 2015 y cuyo objetivo es reducir las emisiones de efecto invernadero. Funcionarios estadounidenses habían señalado con anterioridad que Trump, quien calificó el cambio climático como un “engaño” durante su campaña, no tomaría una decisión sobre el asunto en esta reunión en Taormina.

Aun así, Gary Cohn, asesor económico del mandatario estadounidense, dijo que los puntos de vista de éste sobre el tema “están evolucionando. Vino aquí para aprender y ser más inteligente” y “luego poder tomar la decisión correcta”.

En tanto, en el borrador de conclusiones de la cumbre al que tuvo acceso DPA se endurece el tono respecto a la migración, reflejando los puntos de vista de Estados Unidos y el Reino Unido. “Reiteramos el derecho soberano de los países a controlar sus fronteras y establecer límites claros a los niveles netos de migración, como elemento esencial de su seguridad nacional y su bienestar económico”, afirma el texto, que aún debe ser revisado.

Algunas ONG criticaron a Trump por endurecer el tono del G7 respecto a la migración. “La falta de visión de un líder no debe reducir las capacidades del resto del G7 para afrontar sus responsabilidades en el mundo”, afirmó Friederike Roeder, de la ONG One.

La cumbre aborda también cuestiones centrales como el comercio, donde también hay divisiones entre EU y los demás países del grupo. La jornada de ayer incluyó un concierto en el teatro griego de Taormina, y una cena. La cumbre llegará hoy a su fin.

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