El presidente Hassan Rouhani rechazó ayer que Irán apoye el terrorismo, como lo afirmó su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, y advirtió que las pruebas con misiles seguirán si son necesarias. Calificó de “show” la cumbre islámico-estadounidense en Arabia Saudita del magnate, porque para él “no tiene valor político”.
“Quienes han luchado contra los terroristas son los pueblos iraquí y sirio, y los consejeros militares iraníes les han ayudado, en cambio, quienes han apoyado a los terroristas no pueden combatirlos”, dijo en clara referencia a Arabia Saudita, que apoya a grupos rebeldes en Siria.
Rouhani defendió que nadie puede ignorar que la presencia de Irán en la región es la que puede traer “estabilidad y seguridad a Medio Oriente”, tras asegurar que su país seguirá prestando asistencia a Siria e Irak en la lucha contra el terrorismo.
Sobre la reciente cumbre en Riad entre los dirigentes árabes y Estados Unidos, aseguró que fue “simbólica y carece de valores políticos” porque ni Arabia Saudita ni Washington han luchado contra el terrorismo. “La reunión en Arabia Saudita fue un espectáculo sin ningún valor político, ni concreto”, indicó Rouhani. En la citada reunión Trump afirmó que todas las naciones tienen que “trabajar para aislar a Irán y sus fondos que financian el terrorismo”, mientras el rey saudita, Salman bin Abdelaziz, denunció que las autoridades iraníes son las promotoras del terrorismo global.
Una vez más, pero en Israel, el jefe de la Casa Blanca arremetió ayer contra Irán, lo acusó de fomentar y financiar el terrorismo, además de representar una amenaza para el mundo por su programa nuclear.
En respuesta a la retórica dura empleada por Trump, Rouhani advirtió que “el sueño americano de poner fin al programa de misiles de Irán no se convertirá nunca en realidad” e insistió en que el armamento de su país es “pacífico y disuasorio”; sin embargo, dijo, “sepan que cuando tengamos necesidad técnica de hacer pruebas de misiles, las haremos y no pediremos permiso a nadie”.