El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó hoy a Israel para instar a palestinos e israelíes a caminar hacia la paz, reafirmar la alianza de su país con el estado judío y volver a denunciar la actitud agresiva de Irán en la región.
Tras mantener por la tarde una reunión de trabajo con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump señaló que "Israel y EU son "más que amigos; son "aliados", y tienen "que aprovechar el hecho de que muchas cosas pueden ocurrir ahora y no podrían haber sucedido en el pasado", con lo que sugirió la posibilidad de avances hacia la paz en la región.
El presidente estadounidense aseguró que, tras sus encuentros de los últimos dos días en Riad con líderes árabes y musulmanes, está en condiciones de confirmar que estos "pueden ayudar a cambiar el clima y crear las condiciones para una paz realista con los palestinos".
Netanyahu, por su parte, le agradeció "el cambio de la política estadounidense sobre Irán", la "valiente" decisión de atacar Siria y "la reafirmación del liderazgo estadounidense en Oriente Medio" y se dijo convencido de que Israel y Estados Unidos, juntos, pueden "rechazar la agresiva tendencia de Irán y hacer fracasar sus esfuerzos" por conseguir armas nucleares.
Trump resaltó que hay "peligros comunes que están convirtiendo a antiguos enemigos en socios", lo cual consideró "potencialmente muy prometedor".
La firme postura de la nueva administración estadounidense sobre Irán, dijo que "no solo ayuda a la seguridad, sino también a impulsar la posibilidad de paz y reconciliación entre Israel y el mundo árabe", lo que por su parte contribuirá a "la reconciliación entre Israel y los palestinos".
Trump reiteró en varias ocasiones durante la jornada su agradecimiento tanto a Netanyahu como al presidente israelí, Reuvén Rivlin, por su compromiso en avanzar hacia la paz.
Tras su encuentro por la mañana con su homólogo israelí, declaró que "los niños israelíes y palestinos merecen crecer en seguridad y perseguir sus sueños sin la violencia que ha destrozado las vidas de tantos".
Si bien Washington no ha anunciado ningún tipo de iniciativa en este sentido, no se descarta que lo haga mañana en el discurso que pronunciará antes de abandonar la región y su llegada ha estado precedida de intensas reuniones de altos cargos estadounidenses con representantes de uno y otro lado para lograr gestos de buena voluntad que creen un clima apropiado para el diálogo.
"Las expectativas de esta visita son muy altas", declaró a Efe David Saranga, asesor de política exterior de Rivlin.
El otro tema que ha centrado las conversaciones de Trump con los líderes israelíes ha sido la amenaza de Irán y el que calificó de "terrible" error del acuerdo nuclear que en julio de 2015 Irán suscribió con el llamado Grupo 5+1, integrado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania.
Trump aseguró a Rivlin que el momento histórico exige fortalecer la cooperación entre Israel y Estados Unidos ya que ambos "se enfrentan a amenazas comunes, desde el Estado Islámico y otros grupos terroristas a países como Irán, que impulsa el terrorismo".
Donald Trump es el primer presidente estadounidense en activo que visitó la Ciudad Vieja de Jerusalén, en una controvertida decisión al encontrarse esta en la parte oriental de Jerusalén, ocupada por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967.
Por este motivo, Trump rechazó ir acompañado de representantes israelíes en las dos paradas que hizo en la ciudadela amurallada: el Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones, que recorrió junto a líderes cristianos y judíos.
Desde primera hora de la mañana, buena parte de la Ciudad Vieja estaba cerrada al público y sus callejuelas estaban plagadas de efectivos de las fuerzas de seguridad.
Mañana, Trump se desplazará a Belén para reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abás, tras lo que pronunciará un discurso en el Museo de Israel, para luego abandonar la región rumbo al Vaticano.
lsm