La Orden (colegio) de Abogados de Brasil (OAB) informó ayer que solicitará la apertura de un juicio político con fines de destitución contra el presidente Michel Temer, salpicado en un escándalo de corrupción. Además, miles de manifestantes protestaron en el país para exigirle al mandatario que renuncie.
La solicitud de la OAB deberá ser realizada en los próximos días en la Cámara de los Diputados, y su presidente, Rodrigo Maia, un aliado de Temer, deberá decidir si la acepta o no a trámite.
La orden de abogados se reunió el sábado y tras más de siete horas de debate aprobó por 25 votos a favor y uno en contra un informe que recomienda a la entidad presentar una solicitud del llamado “impeachment”.
La Cámara Baja ya ha recibido alrededor de una decena de pedidos de juicio político contra Temer, tras las revelaciones de un empresario que indican que el presidente participó en un trama de corrupción de la empresa JBS e intentó comprar el silencio de Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados, quien está en prisión.
En tanto, Temer reforzó las negociaciones para evitar la fragmentación de su base aliada, mantener los apoyos en el Congreso y garantizar su permanencia en el cargo, que se encuentra en la cuerda floja después de la demoledora confesión realizada los hermanos Batista, dueños de JBS.
El Partido Socialista Brasileño (PSB) decidió en la víspera pasar a las filas de la oposición y otros importantes socios del gobierno, como el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Demócratas (DEM), aún evalúan su postura.
El jefe de Estado tuvo un fin de semana de intenso cabildeo y convocó a varias reuniones en su casa para intentar reconstruir el apoyo de sus aliados y, en una demostración de fuerza, llevar adelante las reformas económicas propuestas por su Ejecutivo.
No obstante, los partidos han emitido una orden de cautela, a la espera de saber cuáles serán los nuevos episodios de la telenovela política y judicial dirigida por Joesley Batista.
En su primera declaración tras los audios que involucraron al mandatario en un supuesto pago de sobornos, el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva imputado en cinco causas penales, aseguró que estará en la “trinchera“ para presionar por la salida del Temer y solicitó la celebración de elecciones directas en Brasil.
“Lo que queremos es la elección directa. Queremos que Temer se vaya ya. Podemos hasta perder, pero que sea en un proceso democrático”, afirmó Lula en un encuentro del Partido de los Trabajadores (PT) en la localidad de Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo.
Sin embargo, Lula también fue salpicado por los señalamientos del empresario Joesley Batista, quien lo acusó de haber recibido, junto a su sucesora Dilma Rousseff, unos 150 millones de dólares en financiamiento ilegal de campaña.
En tanto, miles de manifestantes protestaron en diversas capitales de Brasil, aunque en menor número que en otras convocatorias, para pedir la renuncia del presidente.
Las marchas fueron convocadas por movimientos de izquierda y sindicatos. Cargados de paraguas y chubasqueros, miles de personas se reunieron frente al Museo de Arte Moderno de Sao Paulo (Masp) para gritar “Fora Temer [fuera Temer]”, un lema usado por la izquierda que ha ganado fuerza durante los últimos días, tras las acusaciones de los empresarios de JBS.
En Río de Janeiro un grupo de personas marchó hasta la casa de Rodrigo Maia, presidente de la Cámara de los Diputados, quien tiene la potestad de aceptar o rechazar los pedidos de juicio político contra Temer.
Belo Horizonte reunió a 50 mil personas según los organizadores, mientras que en Brasilia unas 300 personas se congregaron. En la hoja de ruta de las manifestaciones también está la convocatoria de elecciones directas.
En caso de que Temer renunciara o cayera en un juicio político, la Constitución brasileña prevé que el Congreso designe en una elección indirecta a su sucesor, quien gobernaría entonces hasta el 1 de enero de 2019, cuando asumiría el ganador de los comicios del año próximo.