Con el riesgo de sufrir un traspié en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), foro con Cuba y sin Estados Unidos ni Canadá que surgió del músculo político del fallecido presidente Hugo Chávez, Venezuela se jugará hoy una carta diplomática en una cita de cancilleres de esa institución en El Salvador, que pidió convocar para denunciar las “acciones intervencionistas” contra su independencia, soberanía y autodeterminación.
En la antesala de la reunión, la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, protestó ayer por lo que catalogó como “comunicado injerencista” de los “gobiernos de la derecha extremista” de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú, Paraguay, Uruguay y “el gobierno de facto” de Brasil.
Con una declaración conjunta, los ocho se adhirieron el domingo a los comentarios del papa Francisco del fin de semana, en los que urge a definir condiciones claras para reanudar el diálogo en Venezuela y lograr “una salida negociada a la crisis” de esa nación.
Los requisitos son cese de violencia, plena vigencia del Estado de derecho, liberar a presos políticos, restituir prerrogativas de la Asamblea Nacional y definir el cronograma electoral.
Rodríguez quien niega que haya presos políticos, asegura que en su país la institucionalidad está vigente y que se respeta el programa de comicios, fustigó a los ocho países y les replicó que cometen el “grave error” de quebrantar el derecho internacional y alentar al golpismo y la violencia en Venezuela.
El canciller de El Salvador, Hugo Martínez, informó que la cita de la Celac empezará a las 10:00 horas locales. Admitió que numerosos ministros no acudirán y que sólo si hay consenso habrá documento conjunto. Una opción es que los cancilleres respalden la exhortación papal de diálogo y que la negociación continúe en otra cita de la Celac, en la segunda quincena de este mes en República Dominicana, precisó.
El panorama en la Celac, donde los acuerdos son por consenso, es significativo para Caracas por el pasado de Chávez en ese ente, aunque igual de complicado al de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde son por mayoría de votos.
“Es probable que haya una derrota política, pero tampoco absoluta”, afirmó el ex diplomático venezolano Juan Carlos Sainz, profesor de la Universidad para la Paz, que pertenece a la ONU y funciona en Costa Rica.
A solicitud urgente del chavismo “para denunciar la violencia” opositora y “las amenazas” intervencionistas contra el orden democrático constitucional de Venezuela, la conferencia fue convocada el 24 de abril por El Salvador como presidente temporal de la comunidad, cuyo nacimiento en 2010 en México remató una intensa gestión de Chávez, como pieza regional sin EU.
Presión. Al recordar que la Celac “carece de diente institucional” para sancionar, Sainz explicó que la “jugada” de Venezuela será reunir apoyo de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y algunas islas del Caribe anglosajón “para detener un consenso” en la OEA de aplicarle la Carta Democrática Interamericana.
“Celac para Venezuela es ganar tiempo breve, con riesgo de no encontrar apoyo contundente y de un fracaso político. La mayoría tampoco será complaciente con Caracas”, dijo.
En un hecho sin precedentes en 69 años de vida de la OEA, el gobierno de Venezuela anunció el pasado miércoles su retiro de ese organismo luego de que el Consejo Permanente aprobó ese día llamar a una reunión de consulta sobre la crisis del país, agravada en el último mes por violentas protestas. El proceso de retiro es de 24 meses.
El escenario diplomático parece adverso al chavismo en El Salvador, allí estarán los 19 países que, entre los 33 miembros de la OEA, el mes pasado emitieron dos resoluciones para acusar la ruptura del orden constitucional en Venezuela por una decisión de una instancia judicial, bajo control chavista, que cercenó poderes a la Asamblea Nacional, dominada por opositores.