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Las cadenas de robo de vehículos, en un negocio criminal por pedido que golpea a México y a Centroamérica, operan en ambas vías—hacia y desde norte a sur—y traspasan fronteras: un cliente contacta a una mafia y le solicita un automóvil de determinada marca, modelo, color y otras especificaciones y los delincuentes lo localizan y roban, alistan la documentación falsa y lo entregan al comprador.
En muchas ocasiones, el automotor requerido es detectado en Costa Rica o Panamá aunque el pagador está en Guatemala o México o viceversa. Vehículos hurtados en Costa Rica son localizados en México, Guatemala y otros países del área y automotores sustraídos en Europa son autorizados a circular en Costa Rica, con documentos falsos y con placas o matrículas supuestamente legales.
Unidades robadas en Panamá o México y hasta en Estados Unidos son vendidas en Guatemala y El Salvador. Carros hurtados en Honduras o Nicaragua entran a Guatemala con papelería guatemalteca adulterada.
“El flujo pequeño pero constante”, aseguró ayer el costarricense David Corrales, jefe interino de la sección de Robo de Vehículos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ—policía técnica), de este país.
“Desde hace más de siete años u ocho venimos investigado sobre (el fenómeno de) los automóviles que son robados en otros países y en Costa Rica y que son ‘exportados’ a otras latitudes, con el fin de legalizar la situación irregular de estos vehículos y de incluirlos en el mercado legal (automotriz)”, dijo, en una exposición sobre esta práctica criminal.
Al explicar que los coches son de alto valor, narró que “los sospechosos (del negocio) los obtienen a bajo precio en el ‘mercado negro’, cuando son robados, los mueven a otros países sin pasar registros de aduana y con documentos falsificados los ponen a la venta y obtienen ganancias bastante altas”.
“Hemos tenido casos” de vehículos robados en Costa Rica y “recuperados” en México o Guatemala, confirmó.
Un caso reciente es el de un automóvil rentado en Costa Rica al que se le desconectó el Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés) para ser llevado a México, “donde fue decomisado y en estos momentos está en proceso de ser repatriado” a suelo costarricense para devolverlo a sus dueños, reveló, sin dar otros detalles.
Un estudio del Programa de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre seguridad en Centroamérica estableció, desde 2010, que el robo de vehículos es una de las 23 modalidades del crimen organizado en el istmo, de ámbito territorial nacional y transnacional y de “alta” complejidad, organización y gravedad.
Corrales informó que el “cruce de la bases de datos” de la Policía Internacional (Interpol) y de Costa Rica detectó que vehículos robados en Europa fueron inscritos en el registro de automotores de este país.