La serie de intriga y corrupción política "House of Cards" bromeó con un irónico mensaje en las redes sociales sobre la dificultad de superar en sus tramas la crisis institucional y política que acorrala al presidente de Brasil, Michel Temer.
"Está difícil competir", afirmó en portugués la serie producida por la plataforma Netflix en su perfil oficial de Twitter.
"House of Cards", una adaptación de una serie británica con el mismo nombre, narra el tenebroso ascenso político de Francis Underwood (Kevin Spacey) y Claire Underwood (Robin Wright), un matrimonio sin escrúpulos dispuesto a cualquier cosa, dentro y fuera de la ley, para alcanzar el máximo poder en Washington.
El matrimonio Underwood genera todo un terremoto político en la Casa Blanca por medio de todo tipo de artimañas, pero los guionistas de la ficción aprecian que lo que vive Brasil desde la noche del miércoles es todavía más oscuro.
El escándalo que ha puesto en jaque a Temer estalló con la divulgación de que habría sido grabado por un empresario que colabora en investigaciones sobre corrupción en momentos en que avalaba sobornar a un exdiputado preso a cambio de su silencio.
El objeto del supuesto soborno sería Eduardo Cunha, expresidente de la Cámara baja, promotor del juicio político que condujo el año pasado a la destitución de Dilma Rousseff y llevó a Temer al poder y ya condenado por su responsabilidad en los desvíos de Petrobras.
A raíz de esa supuesta grabación, la Corte Suprema de Brasil ha abierto una investigación contra el mandatario, quien ha manifestado con rotundidad su intención de mantenerse en el cargo.
La nueva crisis institucional ha provocado el desplome de cerca del nueva por ciento de la bolsa de Sao Paulo y una depreciación del real nunca vista en los últimos catorce años.
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