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El presidente de Rusia, Vladimir Putin, calificó ayer de “contraproducente y peligroso” el lanzamiento de un nuevo misil de Pyongyang; sin embargo, también pidió que se deje de “intimidar a Corea del Norte” y abogó por una solución pacífica para el conflicto.
El jefe del Kremlin, citado por la agencia de noticias rusa Interfax, consideró que el problema del armamento nuclear no se puede resolver intimidando al régimen de Pyongyang.
“Quiero reafirmar que estamos categóricamente en contra de una ampliación del club de las potencias nucleares, también en la península de Corea”, afirmó Putin durante la clausura de la cumbre sobre Nuevas Rutas de la Seda en Beijing; sin embargo, subrayó la necesidad de restablecer el diálogo con el régimen de Pyongyang.
En tanto, el Consejo de Seguridad de la ONU condenó ayer el último lanzamiento de un misil balístico de Corea del Norte y reiteró su disposición a imponerle nuevas sanciones.
En un comunicado, los 15 miembros del Consejo denunciaron el comportamiento “altamente desestabilizador” de Pyongyang y el “desafío” a Naciones Unidas que suponen estos ensayos militares. El país asiático tiene prohibido por el Consejo de Seguridad realizar este tipo de actividades y es objeto de duras sanciones internacionales por su programa nuclear y de misiles.
Los países del Consejo se comprometieron ayer a implementar en su totalidad esos castigos y a animar al resto de los Estados a hacer lo mismo. Además, como en otras ocasiones, dejaron claro que están dispuestos a endurecer las sanciones contra Pyongyang.
Estados Unidos y China negocian una posible ampliación de esas medidas, en respuesta a anteriores movimientos del régimen norcoreano.
LA ONU recordó que las “actividades ilegales con misiles balísticos” contribuyen al desarrollo de sistemas capaces de transportar armas nucleares y están incrementando la tensión. El Consejo de Seguridad tiene previsto reunirse de urgencia hoy para analizar a puerta cerrada la última prueba norcoreana.
